Sin embargo, la publicación, denominada ‘Informe semestral enero-junio 2019’, detalla que el año pasado se cometieron 3 asesinatos menos de féminas.
“En esta oportunidad los resultados muestran que al terminar el primer semestre de 2019 fue evidente una baja en la estadística de asesinatos contra líderes (…) sin embargo, es lamentable la violencia contra estos activistas, en general, se mantiene”, señala el texto.
De acuerdo con la ONG, si bien se redujo el número de víctimas mortales, hay un cambio de estrategias en las regiones, que se refleja en otro tipo de agresiones: como las amenazas.
El departamento en el que se registró el mayor número de asesinatos fue Cauca, con 10 casos; seguido de Antioquia, con 7; y Arauca, Nariño, Norte de Santander y Valle Del Cauca, con 5 cada uno.
A los anteriores departamentos se suman: Caquetá (4), Bolívar (3), Casanare, Magdalena y Meta, con dos cada uno, y Boyacá, Cesar, Chocó, Córdoba, Huila, Putumayo, Santander, Sucre y Vichada, con un caso cada uno.
“El liderazgo comunitario es el más golpeado, con 21 casos; seguido del comunal, con 18; el campesino, con 8; el indígena, con 6 casos, y el afrocolombiano, con 3″, agregó el documento.
De igual forma, el ‘Programa somos defensores’ resaltó que desde la creación del ‘Sistema de información sobre agresiones contra personas defensoras de derechos humanos en Colombia’, en enero de 2009, hasta junio de 2019 se registraron 746 asesinatos de defensores en el país.
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