Eso sí, para adquirirlos hay que cumplir una condición: debe haber una prescripción médica. Sin embargo, la decisión todavía no está tomada y tampoco es seguro que así suceda.

La noticia es llamativa porque este puede ser un negocio muy rentable para Colombia, ya que, por ejemplo, la producción de la mata en el país es mucho más favorable (y por lo tanto, más económica) que en Estados Unidos y Canadá. Los factores climáticos y la cantidad de luz que hay a diario en el país contribuyen a que el suelo colombiano sea privilegiado en este sentido.

Además, de tener luz verde, este negocio, que está tomando fuerza en varios países del planeta, podría beneficiar en términos de empleo en las zonas de posconflicto, como lo son el departamento del Cauca (específicamente en los municipios de Corinto y Buenos Aires) y en la Sierra Nevada de Santa Marta.

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A pesar de eso, aún hay asuntos pendientes. Por ejemplo, es necesario hacer estudios de las semillas que se producen en Colombia, ya que estas tienen propiedades particulares que no se pueden deducir de otros estudios ya hechos.

Mauricio Arcos, del Instituto de Medicina Traslacional de la Universidad del Rosario, dijo:

“Hay que ser muy riguroso para caracterizar las cepas que puedan tener viabilidad médica y también conocer los efectos adversos, esto puede demorar cinco años”.

Varios dolores y enfermedades como la escleroses múltiple, la epilepsia, la artritis y algunas dolencias cutáneas pueden ser tratados y aliviados con esta planta, cuyos productos medicinales le han dejado al gobierno de Estados Unidos ganancias por concepto de impuestos cercanas a los 1.400 millones.