En una entrevista con Caracol Radio, sobre el extraño hecho violento que ocurrió en la madrugada de este domingo dentro del CAI de Policía 20 de Julio (sur de Bogotá), la mujer aseguró:

“Tenemos testigos de que él al ingresar al CAI no estaba golpeado porque él no participó en ninguna riña. Él entró al CAI bien, sin golpes […]. Y sí, tenemos pruebas, tengo testigos. Él no se suicidó dentro del CAI, a él lo asesinaron los mismo policías”.

Esa afirmación la hizo la mujer porque presuntamente su hijo (de 24 años) apareció con golpes, ahorcado y muerto en una situación confusa; todo, mientras permanecía esposado y bajo custodia de la autoridad.

Desde que se conoció el caso, la Policía ha sostenido que a Balcero Páez y a un amigo los trasladaron a la unidad policial de manera preventiva. “Se había causado una riña momentos antes, y para evitar que fueran lesionados, por eso se conducen al CAI”, dijo el Coronel Juan Carlos Patiño, este domingo, a los medios.

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De acuerdo con la autoridad, en un descuido, el joven ató los cordones de sus zapatos a la ventana del CAI y se suicidó. Aunque le prestaron los primeros auxilios falleció en el centro médico.

Sin embargo, para la mamá de la víctima, esa versión tiene muchas “incoherencias”, pues a los jóvenes no los detuvieron en una riña, sino en un bar cuando le reclamaban a un sujeto por el robo de un celular. Eso, según contó la mujer en la emisora:

“El amigo de mi hijo sacó el celular a mirar el chat y en ese momento personas del mismo bar le raparon el celular. Ahí, se enfrascaron en una discusión. Ellos querían que les devolvieran el celular. No hubo riña. A Julián nadie lo golpeó. Los policías se los llevaron a ellos, y él [víctima] solo les decía: ‘¿Por qué nos llevan a nosotros si tienen que llevarse a los que nos robaron?’”.

Lo que sucedió dentro de la unidad policial aún sigue siendo un incierto. Pero para la mujer todo es confuso porque su hijo jamás mostró algún interés en quitarse la vida. Por el contrario, “él era un muchacho muy alegre, con muchas aspiraciones. Nunca tuvo intentos de suicidio, ni depresiones”, respondió la señora Páez a la pregunta directa de un periodista de Caracol sobre el posible suicidio.

“Es incoherente pensar que una persona se va a suicidar dentro de un CAI, en un cuarto tan pequeño. ¿Cómo se iba a colgar con un cordón de un zapato, esposado y en un sitio tan pequeño?”, esa es la principal inquietud que tiene la mujer y que manifestó en la entrevista radial.

Finalmente, la progenitora afirmó que ya tiene un abogado de confianza al frente de la investigación para que se establezca la verdad de los hechos, ya que ella, según dice, cree que se trató de un homicidio.