Aunque los últimos días han sido calurosos en muchas partes del país, desde el Ideam ya alertan por la temporada de lluvias que se viene en el territorio nacional.

Esa entidad detalló que el fenómeno de La Niña se adelantaría a junio de este año y seguiría de largo hasta agosto.

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“Este evento climático comenzaría a hacerse presente a partir del trimestre junio-julio-agosto y hay una probabilidad superior al 64 % de que predomine en la segunda mitad del año”, detalló el Ideam en palabras citadas por Portafolio.

Sobre el fenómeno de El Niño, que se sintió con fuerza en enero de este año, la entidad señaló que representó aumentos de hasta dos grados centígrados respecto a los que se presupuestaba inicialmente.

De la misma forma en la que se alertó por las sequías e incendios, el Ideam advierte desde ya por la temporada de lluvias en la que se suelen dar desbordamientos de ríos y quebradas.

Así las cosas, entre marzo y mayo estaría la época del año en la que el clima no se vería tan impactado ya sea por El Niño o por La Niña.

Lluvias en Colombia y por qué hay que ser precavidos ante La Niña

La importancia de la prevención de desastres ante el fenómeno de La Niña radica en su capacidad para generar condiciones climáticas extremas que pueden desencadenar eventos naturales adversos. La Niña es un fenómeno climático caracterizado por el enfriamiento anormal de las aguas del Océano Pacífico, lo que puede tener impactos significativos en el clima global.

Durante La Niña, se observa un aumento en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos como lluvias intensas, inundaciones, deslizamientos de tierra y tormentas tropicales. Estos eventos pueden tener consecuencias devastadoras para las comunidades, la infraestructura y la agricultura.

La prevención de desastres implica la implementación de medidas anticipadas y estrategias de mitigación para reducir la vulnerabilidad de las poblaciones ante los impactos de La Niña. Esto incluye sistemas de alerta temprana, la planificación de evacuaciones, la construcción de infraestructuras resilientes y la educación pública sobre cómo prepararse y responder ante situaciones de emergencia.