La mujer le dijo a El Tiempo que se subió a un articulado en la estación de la calle 127 a las 7:30 de la mañana cuando dentro del bus el hombre la abrazó desde atrás y le dijo al oído que la apuñalaría si gritaba, y que le fuera dando el celular.

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En algún momento, la mujer comenzó a gritar que el hombre la estaba atracando, pero el ladrón, con toda la calma, hizo creer a los presentes que era una pelea de pareja cuando le dijo “amor, no involucres a los demás en nuestros problemas”, destaca El Tiempo. Incluso, el delincuente le dijo que lo besara, para hacer creer que eran novios.

El delincuente se bajó en la estación de la calle 63 y de inmediato la mujer les increpó a las personas que la rodeaban por su indiferencia frente al atraco. Luego, la víctima se movió a hacia la parte delantera del bus, completamente enojada, más que con el ladrón, con los demás pasajeros, por no ayudarla.