El lunes sobre el mediodía, Katherine Bernate recibió una llamada que cambió su vida y la de su hijo de 14 años de edad. Un hombre le comunicó que llevaba al joven herido hacia la Clínica Asotrauma.

Incrédula ante las múltiples informaciones sobre estafas mediante la modalidad de engaños por llamadas telefónicas no quiso creer el mensaje, solo hasta cuando escuchó que del otro lado del móvil le dijeron “hola má, me chuzaron”.

Era su primogénito, quien iba en el carro de un desconocido hacia la clínica: “El señor lo había recogido por la 37, cerca a la iglesia del Gaitán. Él se sostenía muy duro, se dio cuenta que algo le pasaba y le había hecho el pare a otro conductor, pero no se detuvo, el señor se le acercó y le dijo ‘no me deje morir’”, relató Bernate.

Ese ángel que la víctima se encontró en el camino lo trasladó a la Clínica Asotrauma a donde llegó Katherine.

 

Suministrada: para El Nuevo Día.
Suministrada: para El Nuevo Día.

 

El estudiante de la Institución Educativa Joaquín París fue herido con arma blanca a la salida del plantel por un compañero del mismo colegio.

Los hechos, según la progenitora del lesionado, sucedieron “porque él (hijo) se encontró dos lapiceros, los puso en un puesto y luego en otro, ahí entró el agresor y se atacaron verbalmente con groserías. Este le dijo ‘nos vemos a la salida’”.

Al parecer, los muchachos se citaron en el parque que queda cerca a la iglesia, pero la víctima no se imaginó que la discusión en clases terminaría con él en urgencias.

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Bernate relató que su hijo no es un joven de peleas o de tener este tipo de enfrentamientos y que tal vez pensó que solo sería una pelea a golpes. Sin embargo, el otro alumno sacó una navaja, “le hizo el primer lance y, como mi hijo es más grande por ser deportista de alto rendimiento, logró esquivarlo, pero luego le hizo el segundo y ahí lo apuñaló entre el pecho y el abdomen, luego huyó. El agresor dice que fue con un lapicero, pero igual le hizo daño”.

El afectado, que permanece bajo observación médica, sufrió una perforación del hígado con sangrado en la cavidad abdominal. Por lo anterior, los médicos le practicaron una laparoscopia y deberá estar en un proceso de recuperación de entre dos y tres meses, aproximadamente.

“Espero que se recupere pronto. No hay nada que justifique el daño”, puntualizó la ciudadana.

El caso ya fue puesto en conocimiento ante la Fiscalía y Policía de Infancia y Adolescencia. Además, el colegio implementó una ruta de atención debido a que no ocurrió dentro del plantel, pero harán un acompañamiento pedagógico tanto para la víctima como el agresor.

Por su parte, el abuelo del joven que atacó al compañero se comunicó con Bernate para preguntarle cómo trataría el problema de los jóvenes; sin embargo, no le preguntó por el estado de salud del mismo.

El secretario de educación se pronunció

Juan Manuel Rodríguez, secretario de educación de Ibagué, señaló que están “realizando las investigaciones pertinentes, sin embargo, sí es importante tener en cuenta que el estudiante agredido sí tuvo que ser hospitalizado, tenía una afectación por haber sido herido en el abdomen. El reporte que nos han dado es que el estudiante se encuentra estable y se tomarán las medidas por parte de la institución educativa”.

Asimismo, el funcionario señaló que frente a los casos de peleas entre estudiantes de la ciudad, están convocando a comités de convivencia que van enfocados a poder revisar las situaciones que ocurren.

Pero añadió que no solo le compete a la Secretaría de Educación o los colegios, sino que se requiere el apoyo por parte de los padres de familia. “Hemos encontrado que en la mayoría de casos se presenta un distanciamiento con los padres de familia”.

Esta redacción conoció que, previo al ataque, al parecer al agresor se le habían perdido unos lapiceros y un compañero señaló que los tenía la hoy víctima. El presunto atacante le hizo reclamo al deportista, pero este indicó que no había sido y desmintió esa versión, recibiendo supuestas amenazas. Es decir que todo habría iniciado por un chisme, pasó por una amenaza y terminó en una agresión física.

La víctima entrena natación y pertenece al Club Tiburones. La herida le puede provocar secuelas en su proceso debido a que es un deportista de alto rendimiento.