Trino Luna Correa, exgobernador de Magdalena en 2003, entrega pistas para pensar que es un sujeto reincorporado a la sociedad. No solo la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha reconocido su aporte a la verdad del conflicto, sobre el extenso capítulo paramilitar, también solicita permiso para seguir adelante con su proyecto de vida. En este caso, acompañar a su hija a España para que se instale como estudiante universitaria.

La JEP aceptó la solicitud de viaje de Trino Luna, quien no tendrá restricciones de Migración Colombia para salir entre el 24 de octubre y el 8 de noviembre próximos. A través de su apoderado judicial, el exgobernador manifestó que quiere estar presente en el momento trascendental para su hija, quien es menor de edad. La JEP consideró que la participación de Luna ha sido eficaz para la búsqueda de la verdad y argumentó que tampoco tiene citas judiciales próximas que le impidan salir.

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El presente judicial de Luna da cuenta de que permanece bajo investigación en la JEP, pero en libertad. No solo tiene en su historial una condena de 2007 por sus nexos con paramilitares, los cuales le permitieron administrar Magdalena en el pasado, también tiene en contra diversas investigaciones por el delito de contrato sin cumplimiento de requisitos legales. Aunque no ha sido condenado, la hipótesis que lo persigue es que dispuso de la contratación pública del departamento para el beneficio de las autodefensas.

Trino Luna fue aceptado en la JEP en julio pasado y, según documentación de la Jurisdicción, su inclusión ha resultado más que efectiva, pues ha ventilado los detalles de reuniones con poderosos paramilitares hasta ahora jamás documentadas. Explicó que en 2002 se reunió con su hermano, alias El Condor, en una finca en El Guamo (Cesar), con varios comandantes de las Auc. Solicitó permiso, entonces, a jefes financieros y políticos para actuar como candidato a la gobernación de Magdalena.

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Luego se reunió con el también comandante paramilitar Omega, quien, según Trino Luna, “fue claro en que el único comandante que podía dar el visto bueno para un permiso o un aval era el comandante Jorge 40, pero de antemano nos permitió transitar sin problema en su zona”. El exgobernador relató otra serie de encuentros con mandos medios y hasta con la mano derecha de Jorge 40, Neyla Alfredina Soto, alias Sonia.

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Según el exgobernador, su llegada al poder significó un beneficio económico para los paramilitares. Como lo reconoció, las irregularidades cometidas en su administración hicieron parte de un “andamiaje político para cumplir con las directrices y obligaciones adquiridas con las Auc, lo que de contera implicó el desconocimiento de algunos principios de la misma contratación”. En otra de sus intervenciones insistió: “La actividad de mi administración estuvo destinada a realizar las peticiones de las Auc, esto incluía la realización de procesos de contratación que se ajustaran a sus pedidos”.

Otro contrato del que habló fue el del parque Tayku, un elefante blanco en Santa Marta, que incluso hoy, 15 años después de finalizado su periodo, sigue sin terminarse. Según las declaraciones de Luna, el contratista al que le entregaron esta obra con una licitación amañada era cercano a un sobrino del paramilitar Hernán Giraldo. “Esa es una base también de controlar la ciudad; segundo punto, el contratista le entrega unos recursos a las Auc, Resistencia Tayrona, para que ellos puedan operar en la zona”, dijo. Ahora, Luna deberá concentrarse en instalar a su hija en España y seguir cumpliendo las reglas a las cuales se sometió.