El presidente Gustavo Petro se aproxima a los dos años de gestión, momento que constituye otro corte para un balance obligatorio, y ya está perfilando al responsable de las fallas que presenta su administración, principalmente en lo relativo a las finanzas del país, y, más recientemente, al orden público debido a la crisis que vive el departamento del Cauca, atenazado por el autodenominado ‘Estado Mayor Central’: el expresidente Iván Duque.
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De manera directa o a través de subalternos, el presidente Petro está instalando la narrativa de que lo que ocurre hoy es responsabilidad de su antecesor. Por ejemplo, a finales de mayo pasado sostuvo que la situación fiscal deficitaria del Gobierno tiene varias causas ajenas a su administración, y señaló en el primer lugar “el sobrendeudamiento del país realizado por el gobierno pasado: deuda de corto plazo con el FMI, deuda con Ecopetrol para subsidiar la gasolina, deuda con las electrificadoras por la opción preferente, deuda con las concesionarias de carreteras”.
Es cierto que un estado de cosas es consecuencia en buena medida de la situación que lo precedió, en donde nació o encontró circunstancias favorables para fortalecerse. Pero con casi dos años de mandato también queda en entredicho la gestión que se debió hacer para modificar o, por lo menos, morigerar ese estado de cosas. La táctica del espejo retrovisor encuentra mayor validez al comienzo de una administración. ¿Pero es razonable promediando un periodo gubernamental?
Las explicaciones y acciones que está reclamando el país por la situación de orden público que padecen el Cauca y otras regiones del país están haciendo que el presidente Petro pula el retrovisor para seguir mostrar al ‘culpable’ de las fallas que pueda tener su Gobierno en este aspecto, que, de nuevo, es el expresidente Iván Duque.
Este martes, el mandatario trinó: “Una vez se hizo el proceso de paz del 2016 comenzaron a hacerlo trizas. El gobierno de Duque entregó el cañon [sic] del Micay sin dar un solo tiro a las organizaciones narcotraficantes. Con ese dinero construyeron sus redes armadas que hoy atacan al gobierno del cambio”.
En el debate de moción de censura al que fue citado, el ministro de Defensa, Iván Velásquez —principal responsable del orden público en Colombia después del presidente Petro—, dijo que el crecimiento de los grupos armados en el Valle del Cauca, en donde el fin de semana fue atacado el carro del padre de la vicepresidenta Francia Márquez, se debe al retiro del Batallón de Alta Montaña de Jamundí, trasladado durante el gobierno de Duque.
A esta narrativa se sumó Hollman Morris, gerente del sistema de medios públicos RTVC, para quien “se dedicaron 4 años a marchitar la paz en el gobierno Duque, incumplieron el acuerdo y abrieron la puerta para que muchos firmantes salieran a conformar disidencias”.
Pero Morris hila más delgado (llevando su urdimbre ‘ad infinitum’) y plantea que lo que ocurre en el Cauca con las disidencias de las Farc que encabeza alias ‘Iván Mordisco’ “parece una estrategia bien confeccionada predeterminada en esos 4 años de marchitamiento para atacar al gobierno de @petrogustavo que se veía venir”. También le reclama a la inteligencia militar establecer si esas disidencias en el Cauca son algo más, “un aparato creado por los sectores más oscuros de ciertos poderes y mercenarios con el único propósito de desestabilizar la avanzada y consolidación del proyecto progresista”.
Ante semejantes afirmaciones de Morris, no solo debería ser la inteligencia militar (que brilla por su ausencia en la región, de acuerdo con los reclamos de la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, y el alcalde de Cali, Alejandro Éder) la que debería manifestarse al respecto. La Fiscalía y las demás autoridades competentes deberían tomar las acciones correspondientes. El supuesto concierto para delinquir que sugiere Morris es de gravedad extrema.
Iván Duque le responde a Gustavo Petro
Ante todas estas afirmaciones encabezadas por la del presidente Petro, el expresidente Duque respondió en la misma red social, en donde empezó asegurando que “tanta adicción al ‘café’” lleva al jefe de Estado “a creerse las mentiras propias. Después recordó que durante su administración, “alias ‘Uriel’, ‘Fabián’, ‘Guacho’, ‘David’, ‘Mayimbú’ y muchos de los jefes de los cárteles y las disidencias murieron en operaciones de la fuerza pública en el occidente y suroccidente del país”.
Agregó que entre 2018 y 2022, hubo más de 800 extraditados, récord en incautaciones y expansión de la erradicación manual. “Ahora han acabado con la erradicación, premian a los delincuentes, les brindan ceses al fuego para fortalecerse y les ofrecen la ‘paz total’, es decir, la impunidad total”, terminó Duque.
Nuestra senadora uribista cambia las fechas. Una vez se hizo el proceso de paz del 2016 comenzaron a hacerlo trizas. El gobierno de Duque entregó el cañon del Micay sin dar un solo tiro a las organizaciones narcotraficantes. Con ese dinero construyeron sus redes armadas que hoy… https://t.co/W88cZ9m5aU
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 18, 2024
Tanta adicción al “café” lleva a creerse las mentiras propias. Alias “Uriel”, “Fabián”, “Guacho”, “David”, “Mayimbú” y muchos de los jefes de los cárteles y las disidencias murieron en operaciones de la fuerza pública en el occidente y suroccidente del país.
Entre 2018 y 2022,…
— Iván Duque 🇨🇴 (@IvanDuque) June 18, 2024
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