El informe de Semana, publicado este domingo y titulado ‘El plan para refundar  las Farc’, señala que unos 4.000 disidentes de esa agrupación armada se están reorganizando en 18 departamentos de Colombia para crear un nuevo grupo armado e identifica 29 grupos disidentes con estructura de mando y control en 120 municipios en donde históricamente las Farc tuvieron presencia político-militar.

Los responsables de la reorganización del grupo armado son Gener García Molina, alias ‘John 40’; Miguel Botache, alias ‘Gentil Duarte’, y Édgar Salgado, alias ‘Rodrigo Cadete’, asegura Semana, y agrega que los tres, disidentes del histórico frente Primero de las Farc, empezaron a gestar la idea de agruparse a finales de 2016, para lo cual “los grupos están trabajando unidos, recogiendo plata y moviendo sus bases entre las comunidades”.

Incluso, agrega, “tendrían una fecha próxima definida para la reunión que marcaría el resurgimiento” del que harían parte un número no precisado de insurgentes, toda vez que las cifras varían entre los 1.463 disidentes de los que hablan los registros oficiales y los 4.000 que reportan agencias de inteligencia extranjeras.

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Ese dato, sin embargo, para Cepeda, “contrastaría evidentemente con el hecho de que se ha producido un descenso innegable en los índices de violencia en los municipios en los que hacían presencia las Farc”.

“Así que, a mi modo de ver, se está intentando aumentar cifras, generar una sensación de que no ha habido una efectiva desmovilización de la guerrilla, con el propósito, probablemente, de volver a reeditar una política de seguridad democrática”, dijo Cepeda en Noticias Uno.

“Llama poderosamente la atención que a pocos días de la posesión del nuevo Presidente de la República, Iván Duque, se estén produciendo informes en los cuales, a todas luces, se maximizan unos datos y se oculta una realidad fundamental: la guerrilla de las Farc dejó de existir, se ha convertido hoy en un partido político”, agregó Cepeda.

Para el congresista, el informe “va en contra de esta nueva formación política y es parte de una campaña de propaganda que intenta debilitar esa opción”.

No descartó que excombatientes estén retomando las armas ante el incumplimiento de los acuerdos por parte del Gobierno. “Para contrarrestar ese fenómeno, es cumplir a cabalidad el acuerdo y garantizar la reincorporación de cada una de las personas que pertenecieron a esa organización”, concluyó.