Esa es la conclusión a la que llegó Séptimo Día al contar cómo los delincuentes han atacado en varias oportunidades a los agentes de Policía, incluso, sin motivo aparente.

Una de las razones, apuntan en ese programa es el frágil sistema judicial en Colombia, donde agredir a los policías no tiene el castigo que puede llegar a recibir en otros países.

De hecho, en ese espacio de Caracol Televisión habló un ladrón que no fue identificado. Confesó que roba celulares, bolsos, relojes y lo que esté a la mano. 

Delinque en el sur de Bogotá y explica que las facilidades judiciales en Colombia hacen que pueda robar con mucha más comodidad. De hecho, cuando le preguntaron si se atrevería a robar en otro país, su respuesta fue contundente: “No. claro que no”.


¿Cómo roban en Bogotá?

El delincuente dice que “es más fácil el grupo, porque ahora la gente anda armada”, la idea es llegar en banda para intimidar a las víctimas.

“Tienen bates, gases y hasta cuchillos y machetes también. Entonces toca llegarles en banda y así sí es diferente”, dijo sin pudor.

El ladrón aseguró que cuando sus víctimas se defienden y no entregan sus pertenencias tiene que herirlas, la mayoría de veces con cuchillos.

Es más, le preguntaron si había matado a alguno de los asaltados, pero dijo no saberlo, aún cuando también ha usado armas de fuego.

“Usted le puede tirar a una pierna, pero si la persona se cae y le llega al corazón, ahí uno qué hace”.

¿Por qué los delincuentes le temen menos a la Policía?

La primera de las razones es simple: “Pues porque no hay muchos”, señala el ladrón, en una especia de burla hacia la institución.

Encima, asegura que los uniformados ya no son autoridad en la ciudad, por lo que siente que puede delinquir a sus anchas.

El asunto va a tal nivel, que admite que cada vez hay menos territorios prohibidos para ellos y dan sus golpes en las barbas de las autoridades, atracando cerca de los CAI.

“Acá la ley es muy fácil”, concluyó el ladrón.

En ese sentido, el patrullero Alexánder Reyes dijo que hay una violencia generalizada en contra de los policías, a raíz de que, según él, le han quitado poder a la Fuerza Pública.

Además, se refirió a la impotencia que siente ante las facilidades judiciales con las que cuentan los pillos:

“Usted se sacrificó uno o dos días haciendo ese procedimiento, arriesgado su vida, para saber que a los dos días el ladrón pasa por el frente y le dice: ‘Ya quedé  libre mi agente’“, lamentó.