Juan Manuel Santos e Íngrid Betancourt hablaron este mates, a propósito del libro ‘Una conversación pendiente’, que, de acuerdo con la editorial que lo publica, es “una larga conversación sobre la Colombia que ambos vivieron y padecieron”.

El expresidente logró firmar la paz con las Farc, la guerrilla más antigua del continente, y Betancourt padeció uno de los más largos secuestros por parte de esa misma agrupación. Los dos, en el texto, ofrecen sus puntos de vista sobre la Colombia de hoy.

Precisamente por eso fueron entrevistados en Caracol Radio para que dieran más detalles del libro, y quizá lo que más llamó la atención es la idea que tiene Betancourt de Santos.

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“Cuando salí a la libertad y volví a mirar hacia atrás, y comprendí el horror de lo que había sucedido, comprendí también que yo no soy solo la única secuestrada”, dijo Betancourt, y después pintó un panorama desolador para los colombianos: “Estamos secuestrados por un sistema que nos hace ver que lo malo es bueno, que lo bueno no existe. Nos quitan nuestras esperanzas, nuestros sueños”.

Hizo esa afirmación sin decir exactamente quiénes son los responsables de ese “sistema”. Pero siguió con el expresidente: “Por eso, y lo digo con mucho cariño, creo que Juan Manuel, con la iniciativa que tuvo, con la inteligencia que tuvo, de ponerse a dar la pelea por la paz, le cambió el rumbo al país. Es decir: el Titanic iba derecho contra el iceberg, y Juan Manuel logró moverlo un poquito”.

Las declaraciones de Betancourt, así como la publicación del libro, contrastan con las más recientes declaraciones del expresidente Álvaro Uribe, que ha atacado no solo a Santos, de quien dijo que es un “criminal sinuoso”, sino a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), a cuyo presidente, Eduardo Cifuentes, calificó no de magistrado, sino de “politiquero”.

“Y ahora tenemos esta oportunidad extraordinaria de salirnos de esa corrupción, salirnos de ese sistema macabro”, continuó Betancourt en sus declaraciones.

Cómo entendió Juan Manuel Santos la metáfora de Íngrid Betancourt

En la metáfora de Betancourt, Santos entendió el iceberg como “esos sentimientos negativos de odio, de venganza, de egoísmo. Esos son los icebergs que no nos dejan progresar”, dijo el expresidente en la emisora.

Pienso que nosotros debemos tener una actitud mucho más conciliadora, con uno mismo y con sus semejantes, con sus conciudadanos. Tenemos que ver el futuro con más optimismo. No podemos ser derrotistas. Este es un país maravilloso que ha sufrido mucho, pero que ha tenido la capacidad de recuperarse con mucha rapidez”, agregó el exmandatario.

Por último, recordó que Colombia, a comienzos de este siglo, estaba ad portas de ser considerado un Estado fallido por la comunidad internacional. “Y en 20 años (2000-2020) logramos convertirnos en los líderes de la región en materia social, en materia económica, inclusive desde el punto de vista del funcionamiento de la democracia con todos sus defectos”.