“Nos vemos en la obligación ética y política de declarar la situación de emergencia humanitaria, social y económica en todos los pueblos indígenas de Colombia a raíz del sistemático y continúo genocidio que en lo que va de un año de gobierno”, manifestó la ONIC en un comunicado tras la reunión de su Asamblea Nacional de Autoridades.

Esa organización también aseguró que 158 líderes indígenas fueron asesinados desde la firma del acuerdo de paz en noviembre de 2016, mientras que, según cifras de la Defensoría del Pueblo, son al menos 462 los líderes sociales que fueron asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 28 de febrero pasado.

“Seguimos viviendo enfrentamientos de actores armados en los territorios indígenas qué provocan desplazamiento y confinamiento a diario con los pueblos Embera y Waunaan en el departamento del Chocó, frontera con Panamá, y asesinatos sistemáticos y confinamiento al pueblo indígena Awá en Nariño”, añadió la ONIC.

De igual forma alertaron del desplazamiento por violencia de comunidades en los departamentos de Antioquia, Risaralda, Valle del Cauca y Norte de Santander.

Ante esta situación, los indígenas pidieron este jueves a la comunidad internacional que actúe como “garante y veedor” para superar la “situación de emergencia” que viven, así como instaron al Gobierno a “adoptar las medidas necesarias” para solucionar el problema.

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Un estudio de la ONG Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (Indepaz) y el movimiento político Marcha Patriótica sostiene que ya son más de 700 líderes sociales y 135 excombatientes de las Farc los asesinados desde el año en el que se firmó el acuerdo de paz.