La noticia de la muerte del animal, hallado por unos campesinos en una vivienda, fue divulgada con las escabrosas imágenes del cadáver, hecho que desde luego causó el rechazo total a la caza y una búsqueda implacable a los responsables del crimen.

Y mientras las autoridades se pronunciaban sobre el hecho, reclamando cero impunidad para este tipo de acciones, tal como lo hizo Ricardo Lozano, Ministro de Ambiente, y Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales, se conoció que el autor de la muerte del oso fue un hombre indígena que aceptó el hecho como un acto para alimentarse.

La Corporación Autónoma Regional de la Orinoquia confirmó el suceso, a través de una visita a la vivienda del hombre indígena, donde se encontró el ejemplar de oso andino descuartizado. La corporación aseguró que están a la espera de una reunión con la líder del resguardo indígena para determinar las sanciones respectivas, puesto que no se podría judicializar como un ciudadano que resida y trabaje en la ciudad.

Acorde a Blu Radio, el hombre no puede ser judicializado “porque en estos casos aplica la justicia autónoma de los pueblos indígenas de acuerdo con la Constitución”, lo que implica que, aunque se trate de un delito estipulado, el indígena no podrá tener las severas penas que reclamaba el ministro y otros funcionarios e ir a un centro penitenciario común.

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La emisora informó además que tras el hallazgo del oso andino muerto, las entidades que trabajan en la zona realizarán más pedagogía para proteger a esta especie que es una de las más vulnerables en el país,  el único oso nativo de Suramérica y que cumple un rol fundamental en el ecosistema por ser un dispersor de semillas en el bosque.

Estas fueron algunas reacciones a la muerte del oso de anteojos (Tremarctos ornatus):