En Ibagué, un niño murió cuando un derrumbe lo arrastró desde su propia vivienda y además, un adulto terminó sepultado entre el lodo llevado por la creciente de una quebrada.

Aunque se trata de dos tragedias monumentales, la peor parte con las lluvias se la llevan las comunidades rurales que deben atravesar caminos de herradura, los cuales se vuelven intransitables.

Ya sea por crecientes de los ríos, por caída de material o porque las vías se convierten en lodazales, los campesinos sufren cuando deben hacer su camino a los casos urbanos para comercializar sus productos o hacer diligencias.

La más reciente escena impresionante se registró entre los municipios de Palocabildo y Casabianca, lugar donde transeúntes registraron el momento preciso en que la montaña se vino abajo, un gran derrumbe que dejó a estas dos poblaciones incomunicadas por el taponamiento de la vía.

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Por fortuna, el hecho no dejó personas lesionadas. Las imágenes fueron compartidas por diferentes portales regionales del Tolima: