Esa es una herramienta del poder que ha sido empleada sistemáticamente y con sorprendentes resultados por personalidades en ascenso en la política como el fallecido Hugo Chávez en Venezuela, afirmó Ochoa en El Tiempo.

Petro “se reafirmó como el enemigo número uno de los ricos colombianos, a quienes viene acusando de intentar tapar otros escándalos y de utilizar para ello a sus propios medios de comunicación”, aseveró la periodista.

Y agrega que “si de algo ha servido el video de Paloma Valencia es para reforzar el discurso de lucha de clases de Petro. Un discurso mucho más taquillero que la lucha contra la corrupción y todas sus escenas cuasidantescas”.

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Por eso, la periodista sostuvo que para frenar los efectos mediáticos de la imagen de Gustavo Petro, según ella, fortalecida en medio de la crisis, lo mejor es ignorar al senador y líder de la Colombia Humana.

Ojalá no tuviera nunca que volver a mencionarlo. O será otro pésimo presidente para los colombianos”, finalizó la columnista que, de todas maneras, no solo responsabilizó a los medios sobre la buena imagen de Petro,  sino que admitió públicamente que el periodismo colombiano tiene el poder de “desviar la atención para otro lado”.