Hoy en día es común observar cómo este lugar, que enmarca el centro de la ciudad, es objeto de problemas de toda índole, ya sea por el deterioro en su parte estructural o por personas que allí consumen sustancias psicoactivas. A lo anterior se suma una situación alarmante de salubridad, pues es sabido por quienes transitan por esta plaza, que es constante y permanente la presencia de roedores. 

“He visto demasiadas, especialmente en las tardes. Se pasan de un palo a otro y mantienen en el jardín y las matas”, comenta Alys García, una trabajadora del sector.

Adicionalmente, la señora García asegura que los comerciantes, así como quienes esporádicamente asisten al parque Murillo Toro, se han acostumbrado, con el paso del tiempo, a compartir espacio con estos animales.

A su vez, vendedores de la zona afirman que el lugar que encontraron las ratas para esconderse y crear un nido, fueron los antiguos canales donde existían los motores de las fuentes, así como las piletas de agua, las cuales servían para el uso y esparcimiento de los ibaguereños. Sin embargo, algunas de estas partes fueron hurtadas, lo que provocó que quedaran sin operar por varios años.  

Todo parece indicar que fue producto de su abandono, lo que creó las condiciones para que en este sitio los ratones encontraran un refugio y un lugar para reproducirse.

“Todos los días aparecen las ratas, y como esto tiene unas tuberías que están por toda la plaza, por allá se esconden”, afirmó Luis Fernando García, un fotógrafo que lleva años trabajando en el parque Murillo y en la plaza Bolívar.

Resulta alarmante que, si bien este lugar se ha convertido en la cara visible de la ciudad, en donde se realizan espectáculos de toda índole, como lo fueron los conciertos gratuitos en el marco de las fiestas folclóricas de San Pedro, se le preste tan poca atención a un problema que es de hace mucho tiempo atrás.

El llamado por parte de la comunidad, pasa por solicitarle a las autoridades competentes una pronta intervención, esto con el fin de que se solucione este problema de salubridad pública.

“Ahí se van reproduciendo hasta que vamos a ver el parque Murillo Toro convertido en una ratonera gigantesca. Por lo que se le hace un llamado a las autoridades para que por favor actúen, si en realidad quieren y aman la ciudad”, sentenció un habitante.

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Al cierre de esta edición, y a raíz de las denuncias realizadas por la comunidad, entrada la tarde del día de ayer, el cuerpo de bomberos, de la mano de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, realizaron una jornada general de limpieza al parque Manuel Murillo Toro.

En el lugar hicieron presencia trabajadores de Interaseo, quienes levantaron la alcantarilla para remover la basura y los restos de comida, caldo de cultivo para estos roedores.

“La idea es sacar [la basura] y dejarlo limpio. Si bien es cierto que el sistema de bombeo no funciona, por lo menos lo dejaremos lo más limpio posible”, aseguró un funcionario del municipio.

A su vez, producto del agua esparcida para limpiar las calles, los ratones salieron despavoridos de su escondite para buscar refugio en las zonas verdes. Por su parte, según información suministrada a este periódico, se aplicaría una especie de veneno para frenar la presencia de este animal y hacer contrapeso a su reproducción.

Los bomberos también aprovecharon para limpiar el monumento a Manuel Murillo Toro.
Los bomberos también aprovecharon para limpiar el monumento a Manuel Murillo Toro.

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