La familia de Julieth Girlesa Cornelio, asesinada por su expareja en un paraje boscoso del municipio de Bello (Antioquia), no ha tenido tiempo de hacer el duelo por la pérdida de su ser querido y ahora le sumaron la indignación e impotencia de saber que las autoridades dejaron ir campante al confeso feminicida, Johan Sebastián Hernández Arango, pese a que él mismo se entregó el día que cometió el crimen.

Según relató la madre de la mujer a Blu, el pasado viernes 26 de mayo la llamó a su celular pero quien contestó fue Hernández Arango, de 32 años, quien con total frialdad le dijo que se quedara tranquila que ya había matado a Julieth y que él mismo se entregaría, pero que antes la mataría a ella también “por alcahueta”.

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La madre contó que Hernández Arango ya había intentado asesinar a su hija una vez, delante del propio hijo de la pareja, un niño de 13 años. Agobiada por la violencia y las amenazas, Julieth se había separado del hombre y había puesto una denuncia con la que logró una orden de alejamiento contra su agresor. Sin embargo, el hombre siguió intimidándola apareciéndose en casa de la familia Cornelio Cardona por lo que tuvieron que llamar varias veces a la policía.

El pasado viernes, Hernández Arango citó bajo engaños a Julieth en el Jardín Botánico. Allí tomaron un taxi con destino a Bello y según testimonio del taxista que los transportó en el camino los pasajeros discutieron sobre asuntos económicos de la manutención del hijo que tenían. De manera intempestiva, el hombre le pidió al taxista dejarlos a orillas de la vía Medellín-Bogotá, subiendo por Zamora. Allí le habría dicho a Julieth que fueran hasta un mirador que solían frecuentar cuando inició la relación.

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A 20 metros de donde los dejó el taxi fue hallado el cuerpo de Julieth. Hernández Arango, al entregarse a las autoridades, confesó que la asfixió con una prenda de vestir.

Sin embargo, el confeso feminicida salió como pedro por su casa ante la mirada de fiscales y policías porque no había orden de captura ni denuncia en su contra. Tras esto, el hombre se fugó y su paradero ahora es desconocido.

“La ley no sirve, ella tanto que luchó y luchó en la Fiscalía y nada de eso sirve. ¿Cómo es que un tipo esté allí porque se presentó voluntariamente y no lo detienen? Entonces, se vuela y ya”, lamentó la mujer, quien ahora deberá emprender un proceso legal para lograr justicia en el asesinato de su hija.