De acuerdo con la denuncia de los familiares y vecinos del profesor, él fue visto por última vez en su residencia, ubicada en el barrio Puente Vargas, a comienzos de octubre, indicó Estrategia Medios.

Sin embargo, pasaron dos meses y en ese tiempo no lo volvieron a ver salir ni entrar de su casa, donde residía con un hombre extranjero a quien le arrendó una habitación, señaló RCN Radio.

Lo que más llamaba la atención de la desaparición del profesor es que sus allegados siempre lo contactaban por teléfono y un hombre respondía las llamadas, confirmó el mayor Ómar Acosta, comandante de Policía de Cajicá, citado por Blu Radio:

“Él seguía contestando las llamadas, alguien se estaba haciendo pasar por él. A algunos cercanos les dijeron que se había ido de vacaciones”.

Lee También

No obstante, el pasado fin de semana los vecinos del sector alertaron a las autoridades que desde la vivienda del docente se emitían olores fétidos. Por eso, la Policía, en compañía de la familia del desaparecido, ingresaron al lugar y encontraron su celular cargando, detalla la emisora.

“Al llegar a un cuarto de ropas, hacia el fondo, observamos que había una estructura extraña de cemento, que no era acorde con la construcción de una vivienda”, añadió el oficial.

En ese cuarto había una cocina y debajo del mesón una pared de cemento que había sido construida recientemente.

Al parecer, los delincuentes asesinaron al profesor con una herida de arma blanca en el cuello, luego lo sepultaron dentro de esa especie de bóveda y lo mantuvieron oculto durante todo este tiempo, afirmó Noticias Caracol.

Finalmente, esta semana, Medicina Legal les confirmó a los familiares que con la ayuda de la carta dental y las huellas dactilares se logró establecer que se trataba del cuerpo del reconocido profesor.

Álvarez García dictaba clases de matemáticas y danzas en colegio públicos y privados de Cundinamarca. Su pasión por enseñar la heredó de su mama, quien también es profesora.