El pasado 7 de julio se cumplió un año del magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moïse, presuntamente perpetrado por mercenarios colombianos que habrían irrumpido en su vivienda, entrado hasta la habitación principal para dispararle, todo en presencia de su esposa.
Uno de los supuestos mercenarios involucrados era Duberney Capador Giraldo, oriundo de Armenia y que tenía 40 años para el momento en que se llevaron a cabo los hechos. Este exmilitar murió producto del fuego cruzado en el enfrentamiento con las autoridades.
La Crónica conversó ayer con la familia de Capador Giraldo, que fue sargento viceprimero del Ejército Nacional y quien es señalado por las autoridades internacionales de ser el líder de la operación que terminó con la vida del presidente.
Néstor Capador Giraldo, hermano de Duberney, dijo que duraron casi un año haciendo todas las diligencias para poder repatriar las cenizas de su ser querido, que el Gobierno Nacional les brindó ayuda para el proceso, razón por la cual el pasado mes lograron realizar los actos fúnebres correspondientes.
Desde el momento en que se conocieron las primeras versiones sobre que Capador Giraldo era señalado como presunto líder del comando que acabó con la vida del dirigente haitiano, su familia desestimó dichas versiones y por el contrario, afirmó que los exmilitares fueron engañados.
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Hoy, Néstor advierte y enciende las alarmas en cuanto al estado de los colombianos que siguen capturados en ese país, porque asegura que están pasando días sin comer, en lugares sin condiciones higiénicas adecuadas y que aún no les han brindado una representación jurídica adecuada.
“Quedamos muy consternados por la noticia de que Duberney era el líder en una actuación de ese calibre. La verdad, nosotros no nos hemos enterado del tema a profundidad, pero por lo que conocimos a Duber, si él tuvo que ver algo o, si ellos tuvieron algo que ver, no lo sabemos, pero de lo que sí estamos seguros es en lo moral, nosotros sabemos que él no podría haber aceptado ir por allá a hacer ese tipo de ‘trabajos’”.
Manifiesta que han pasado meses de mucha inestabilidad, pero que no han recibido amenazas y no han considerado irse del país.
En este momento los hijos y la esposa de Duberney están estables económicamente y a la espera de los resultados de la investigación.
Por otra parte, Néstor hizo una solicitud a las autoridades: “Nosotros ya perdimos a nuestro familiar, en cierta parte ya cerramos este tema, pero les pedimos a las autoridades que recuerden a los otros compañeros que están allá, afrontando una situación demasiado difícil, casi que inhumana, según lo que nos hemos podido dar cuenta, para que les solucionen el problema, no importa si los condenan o no, pero que les den una solución de la mejor forma”.
El exmilitar
Capador Giraldo era oriundo de la ciudad de Armenia y tenía 40 años cuando sucedieron los hechos. Ingresó al Ejército el primero de enero del 2001 y se retiró el 17 de enero del 2020.
Recibió al menos 5 felicitaciones y perteneció a la Brigada 30 de Cúcuta, Norte de Santander.
Las investigaciones
Según el portal de noticias France 24, la investigación no ha tenido cambios desde que se capturaron a los presuntos responsables de llevar a cabo el homicidio, a pesar de que se ha evidenciado un amplio reporte de pruebas de cómo fue la financiación, planificación y ejecución. Producto de este suceso esa nación profundizó una crisis política, económica y social.
De acuerdo con este medio de comunicación, lo único que se ha puesto claro sobre la mesa por las diferentes organizaciones que han denunciado los hechos, es que el comando de asesinos no encontró resistencia del cuerpo de seguridad del mandatario.
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