En la mayoría de relatos del Gobierno de Gustavo Petro—es decir, apelando a las definiciones académicas, en la reconstrucción discursiva de ciertos acontecimientos interpretados en favor de una ideología o de un movimiento político—, los medios de comunicación vienen siendo presentados sistemáticamente como los malos del cuento, los ogros que impiden que el Ejecutivo pueda llevar a cabo las reformas que se propone.

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Desde que comenzó esta administración se registraron las salidas en falso de la ministra de Minas, Irene Vélez, que, en su propósito de sacar adelante, entre otras, la tesis de “decrecimiento económico”, se enfrentó a los medios de comunicación y después tuvo que salir a presentarles disculpas. Sin embargo, es frecuente su referencia al concepto de “complot mediático” para referirse a uno de los tropiezos que encuentra el Gobierno.

Pero su jefe, el presidente Gustavo Petro, es el que realmente viene marcando la pauta. Solo en el primer mes de este año, la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) le contó 34 trinos que publicó sobre nueve medios de comunicación, en los que, según esa Fundación “pretende sembrar la duda ante la audiencia sobre la idoneidad” de estos “para hacer su trabajo”.

Carolina Corcho contra los medios de comunicación

Y así sigue ocurriendo cada vez que el Gobierno enfrenta dificultades en cualquiera de los importantes frentes que tiene. Por ejemplo, ante los serios problemas que viene atravesando la recién radicada reforma a la salud principalmente por los oídos sordos que puso la ministra Carolina Corcho a los comentarios técnicos y sustentados, así como a las observaciones que le hicieron los partidos políticos tradicionales, la funcionaria enfiló su artillería contra los medios.

En una audiencia pública sobre la reforma a la salud en Arauca, esta semana, Corcho lanzó varios comentarios en los que culpó a los medios de comunicación por la socialización errónea del documento que finalmente entregó el Gobierno este viernes para su trámite en el Congreso.

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“Me parece preocupante y peligroso que Colombia esté sometido a un estado de opinión donde mediáticamente se decide si un proyecto de ley se presenta, se tramita, no se tramita o no, cuando eso es una función constitucional del Congreso de la República”, dijo la ministra Corcho.

“Esta es una posición totalmente absurda, y va incluso contra la propia Constitución de Colombia”, dijo el exministro de salud Fernando Ruiz, en el programa ‘La tarde’, de NTN24. “El Artículo 20 establece que los colombianos tenemos el derecho fundamental a ser informados y a informar sobre cualquier aspecto de la vida que nos afecte, y también el artículo 73 habla de la libertad de prensa”.

Para el exministro, “es increíble que se pretenda que una reforma, la más importante del sector social, porque es la única que cubre 52 millones de colombianos, no pueda ser debatida ni discutida en los medios de comunicación y deba ser discutida por debajo de la mesa. Eso es mucho el sentido de lo que ha venido pasando y que ha llevado al proyecto a la situación actual”.

“Una ministra que no ha querido salir a los medios, que no ha querido ni siquiera ir a los debates académicos, y un proyecto que claramente es lesivo para la población y tiene características de ser profundamente impopular”, redondeó Ruiz.

La idea de que sí existe una “matriz”, pero por parte del Gobierno para estigmatizar a los medios, la confirmó en las últimas horas el comisionado de paz, Danilo Rueda, que, ante el brutal asesinato por parte del Eln de nueve jóvenes militares en Norte de Santander, lo que derivó en un llamado de Petro a su equipo negociador, también señaló a los medios.

Antes de la reunión del presidente Petro con su equipo negociador y los países garantes en la Casa de Nariño, Rueda habló sobre el atentado terrorista. El audio fue reproducido por Noticias Caracol: “Estamos en un tiempo límite y ellos tienen que comprender que el país repudia ese tipo de situaciones, mas no por la manipulación mediática, sino porque la gente en los territorios está hastiada de la violencia”.

Si a todo esto se suman las acciones directas contra la prensa, como lo que le ocurrió al diario El Heraldo, de Barranquilla, en donde hombres armados protegidos por escoltas de la UNP intentaron acceder hasta la directora de ese periódico, es claro que son los medios de comunicación los que reciben diferentes clases de ataques, desde los más variados frentes.