Y es que la fórmula de Gustavo Petro en el Gobierno se le ha visto poco en los casi 40 días que llevan al frente del país, o al menos mucho menos de lo que se esperaba, teniendo en cuenta el protagonismo que tuvo durante la campaña presidencial.

A muchos electores de la actual administración les preocupa porque parece evidenciarse un distanciamiento entre Márquez y Petro. El Colombiano afirma que “ya son varios días en los que no se ha dado diálogo directo entre ellos –aunque sí por medio de intermediarios–” y no agenda prevista a coto plazo para que exista.

Por su parte, Semana considera que la vicepresidenta está manteniendo “un bajo perfil en el Gobierno”; además, la revista dice que “está molesta” porque siente que Petro no le ha dado protagonismo y “ni siquiera la invitan a los consejos de gobierno”.

Desde El País coinciden con esto, pues señalan que Márquez “ha mantenido un amplio silencio, tanto en medios de comunicación como en su agenda. Sus encuentros se desarrollan de forma privada y tiene reducidas apariciones en público”.

A esto, el diario antioqueño le añadió que aunque sí ha tenido reuniones de alto nivel, ha visitado territorios e incluso viajó a Estados Unidos, “aún no se ven ejecuciones de gestión directa”, que, según la Constitución, son funciones que deben ser asignadas directamente por el jefe de Estado.

Ministerio de la Igualdad

Por eso, en las últimas horas varios medios dedicaron algunos análisis sobre las funciones que está cumpliendo Francia Márquez desde la Vicepresidencia, pues todavía debe esperar a que se apruebe la creación del Ministerio de la Igualdad, que fue una de las promesas de campaña para que ella trabajara desde el Gobierno por lo que ha luchado como lideresa social.

El Colombiano, por ejemplo, asegura que “pareciera que la están ‘bananeando’ en la Casa de Nariño” porque aún no tiene funciones claras, ni siquiera para atender la problemática del Pacífico y priorizar allí las “inversiones de las políticas públicas nacionales”, designación que hizo Petro en su primera visita a Cali.

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Y es que el proyecto para la creación del Ministerio de la Igualdad parece estar “engavetado” en el despacho de Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), donde está hace una semana, pero no se ha llegado a socializar con nadie, afirmó el diario regional. La revista, por su parte, coincide en que esa iniciativa “no es una prioridad en la agenda legislativa” y, hasta ahora, no ha comenzado su trámite en el Congreso.

Adicionalmente, según el análisis del consultor político Carlos Andrés Arias, en El País, “no ha tenido injerencia en políticas públicas que beneficien a comunidades vulnerables”. Arias añadió que “como está concebido su cargo, no lo puede hacer hasta que no tenga presupuesto y un poder real”.

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Departamento de Prosperidad Social (DPS)

Otro de los puntos de quiebre en la relación Márquez-Petro habría sido un pedido que la vicepresidenta le hizo al mandatario para presidir el DPS y desde allí ejecutar políticas públicas para la superación de la pobreza, que es el objetivo principal de su gestión.

A Petro le había sonado la idea, pero terminó por darle el cargo a Cielo Rusinque, según la revista, amiga cercana de otros miembros del Pacto Histórico como Luis Fernando Velasco y Roy Barreras que, añadió El Colombiano, “al parecer, no están de acuerdo con darle juego a la vicepresidenta” en el Pacífico.

Aún así, en otro sector de la izquierda, la designación de Rusinque no cayó bien, como entre las feministas de la colectividad que han pedido respeto para Márquez y su rechazo a Rusinque se centra en el apoyo que ella ha dado a hombres señalados de maltratos y abusos como Hollman Morris y Fabián Sanabria.

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Otros choques

La ministra de minas, finaliza El Colombiano, fue otro motivo del distanciamiento porque Márquez la impulsó para el Ministerio de Ciencia; sin embargo, Petro la designó en el Ministerio de Minas, donde no le ha ido bien y ha protagonizado tantas polémicas que, incluso, ya se radicó una demanda contra su nombramiento.

Irene Vélez es la hija de Hildebrando Vélez, quien, según Semana, es “amigo personal de Márquez, aunque en el Polo Democrático lo niegan”.

La revista añade que la Francia también quiso tener representación en la Alta Consejería para la Mujer, directamente relacionada con la Vicepresidencia, “pero ese cargo se suprimirá en la reestructuración que lidera el director del Dapre, Mauricio Lizcano”.

Según ese medio, en algunos sectores creen que el presidente quiere anular la figura de Márquez para que no sea rival del petrismo en las elecciones regionales del próximo año, mientras que desde el círculo de la vicepresidenta dicen que ella no quiere un cargo especial sino “margen de acción” para cumplir sus tareas.

Aun así, el periodista Felipe Zuleta de Blu Radio, considera que “al paso que vamos, Francia Márquez va a ser la primera opositora”, pues se le ve “incómoda por algunas decisiones del Gobierno y muy ausente de los eventos que debería liderar”.