Esta diligencia hace parte del juicio disciplinario que adelanta la Procuraduría para determinar las responsabilidades y faltas de Harby Rodríguez y Juan Camilo Lloreda, como exfuncionarios de la Policía Nacional.

El forense fue citado para que explicara lo que encontró en la necropsia que le practicó al cuerpo de Ordóñez y cuyo dictamen fue que las graves lesiones que encontró no pudieron ser autoinfligidas, como lo aseguró en algún momento uno de los patrulleros, y que en realidad se las provocó alguien más, es decir, un homicidio.

Esta fue su explicación, citada por Noticias Caracol:

“Estamos hablando de múltiples traumas contundentes, digamos que por su naturaleza no pudieron ser autoinfligidos sino no que son producidos por terceros.  Como médicos forenses legistas utilizamos esa definición más amplia de lo que es el homicidio, que es la muerte producida por acciones de un tercero”.

El médico Calle confirmó que la lesión principal fue en el riñón derecho, que se encontró completamente roto. “El riñón, en la región del retroperitoneo, está rodeado también de un tejido graso, que en este caso debido a esa ruptura se llenó de sangre. Debido a la ruptura del riñón y de los vasos, con el mismo trauma, hay una hemorragia dentro de esos tejidos“, precisó el experto.

El procurador delegado para el caso quiso aclarar esa explicación y le preguntó al médico si “esa hemorragia pudo haber contribuido a que se produjera la muerte” de Ordóñez; él contestó: “Sí, su señoría”.

Además, el doctor precisó, según recogió El Espectador, que los golpes que le habrían provocado el estallido del riñón fueron traumas contundentes tan fuertes —como puños y patadas— que superaron la resistencia de “la región lumbar y debajo de donde terminan las costillas”.

También detalló, a manera de anécdota, que en su experiencia muy pocas veces ha visto lesiones en esa zona del cuerpo por traumas contundentes provenientes de golpizas y que es más común por un “trauma penetrante como un impacto de bala”.

Pero eso no fue todo, según el diario. El estallido del riñón desembocó una severa hemorragia interna que hizo que Ordóñez perdiera en total 3.5 litros de sangre y eso provocara una falla de todo su sistema vital: “Si se dejan de oxigenar los órganos, de llevar productos del metabolismo, estamos hablando de una proporción critica e incompatible para la vida”.

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También hubo tiempo para hablar de las lesiones de la pistola taser que utilizaron repetidamente los dos uniformados en el cuerpo de Ordóñez, según recogió el noticiero. Sobre ellas, el forense dijo que encontró “lesiones con una distancia muy regular entre ellas, que parecen —por la forma y disposición de los alambres— ser compatibles con el contacto del dispositivo”, aunque dijo que no hay estudios que demuestren que este elemento tiene efectos en el corazón de las personas.

El médico ubicó esas heridas en el torso de la víctima: “Externamente, en abdomen están descritas dos lesiones, cerca del ombligo dos lesiones, debajo de costilla dos también. Lumbar lado derecho, dos lesiones. Lumbar inferior, dos lesiones patrón. Aproximadamente entre 8 y 10 lesiones”.

El médico se refirió a una herida en el pecho, similar a la de un arma blanca, que había referido uno de los acompañantes de Javier Ordóñez, pero el médico aclaró que era una herida superficial y solo le lastimó la piel, por lo que no pudo producirle “algún tipo de sangrado importante” relacionado con la muerte.

Por último, en la audiencia se mencionó otra lesión que coincide con un posible impacto de arma de fuego en la pierna derecha del padre de familia. El doctor Calle aclaró que las esquirlas de una bala se incrustaron en su piel y no un proyectil completo.

“Creímos que esos fragmentos que se ven metálicos eran de los arpones del taser, pero cuando hicimos la exploración de los tejidos blancos se confirmó que hay unos orificios muy irregulares. En mi experiencia personal no parecía otro material distinto al plomo”.

¿De dónde salió la bala? El mismo patrullero Rodríguez confesó que disparó su arma de dotación “hacia el suelo” para disuadir, según él, a Ordóñez y los amigos cuando intentaron agredirlo a él y a su compañero.

El juicio continuará el próximo martes en horas de la mañana con más testimonios citados por la Procuraduría.