La noticia sobre la investigación lo hizo la vicefiscal María Paulina Riveros. El caso quedó asignado a la Unidad de Delitos Sexuales de la seccional de Bogotá.

Aunque Riveros no mencionó directamente a Claudia Morales, es evidente que se refería a ella: la vicefiscal habló de “hechos que públicamente hizo saber una reconocida periodista en su columna de opinión”, es decir, Morales.

La periodista, el pasado 19 de enero, reveló que un hombre que fue su jefe la violó.  Eso generó una ola de especulaciones, debido a que Morales es un personaje público y la lista de las personas con las que trabajó es bien conocida.

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Ella ha defendido su derecho a no decir el nombre de esa persona. Sin embargo, ha dado pistas sobre el hombre al que ella señala de haberla violado. Por ejemplo, dijo que es alguien que “oyen y ven todos los días”.

Además, no descartó que fuera alguien cercano a la política, y en entrevista con Vicky Dávila insinuó que era “una figura relevante, de alguna manera, en nuestra historia”.

La lista de jefes sobre los que literalmente se ha montado una cacería de brujas, o un juego de adivinanzas, incluye a Juan Carlos Pastrana, Yamid Amat, Julio Sánchez Cristo, Álvaro Uribe, Hernán Peláez y Gustavo Gómez Córdoba.

El anuncio de la Fiscalía se puede ver como un saludo a la bandera pues la violación ocurrió varios años (por lo que es complicado recopilar pruebas) y, además, debido a la negativa de Morales de dar un nombre. Además, ella ha dicho que esa persona es intocable.

De otro lado, están las estadísticas de impunidad. Según el Índice Global de Impunidad, Colombia es el quinto país de América con el índice más alto de impunidad.

La postura de Morales ha generado manifestaciones de solidaridad, aunque también ha sido criticada.

El Espectador, por ejemplo, la respaldó y dijo que, en vez de “cuestionar cada decisión que las mujeres víctimas toman, la atención debería centrarse en los agresores y en las condiciones existentes en nuestra sociedad que los protegen”.

Sin embargo, la psicóloga y columnista de El País, de Cali, Gloria H. y la escritora Carolina Sanín cuestionaron que Morales, con su revelación, haya puesto sospechas sobre personas que no la agredieron.

“Si quieren contar su historia sin contar la de otro, ya que están en su derecho y a lo mejor es la opción prudente, digan ‘abusaron de mí’ y cuenten. Pero sin pistas equívocas, que solo generan falsos culpables y el morbo y el chisme. Es demasiado irresponsable y demasiado infantil eso”, dijo Sanín.

“Destapar un acontecimiento como este, sin llegar hasta las últimas consecuencias, lastima más que el silencio o la verdad completa”, afirmó, por su parte, Gloria H.