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Este artículo fue curado por Andrea Castillo   Sep 9, 2025 - 6:00 am
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El feminicidio de Yusneidy Naybel Solórzano Solórzano, perpetrado el domingo 7 de septiembre en la vereda Abreo, sector La Ye, del municipio de Rionegro, Antioquia, ha expuesto una vez más la grave crisis de violencia de género que vive Colombia. Según información recogida de fuentes oficiales, Yusneidy, de tan solo 25 años, fue asesinada por su pareja, Ewar R., de 37 años, en un hecho que ocurrió frente a los dos hijos de la pareja, de 6 y 3 años, quienes también resultaron lesionados durante el ataque. La tragedia trasciende el ámbito individual y recalca el contexto estructural de discriminación y violencia contra las mujeres en el país, agravado por la repetida falta de denuncias por parte de las víctimas, fenómeno que dificulta la intervención institucional y la prevención oportuna.

De acuerdo a datos del Observatorio Nacional de Feminicidios, en 2024 se han contado más de 300 casos de feminicidio en Colombia, siendo el departamento de Antioquia uno de los más afectados. Esta crisis se ve acentuada por las barreras para acceder a mecanismos de protección y la baja confianza hacia las instituciones estatales: sólo cerca del 30% de las víctimas acuden a denunciar, como advierte la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Factores como el miedo, el desconocimiento o la desconfianza en el sistema contribuyen a la invisibilización de la violencia y al sostenimiento del ciclo agresor-víctima.

El doloroso caso de Yusneidy pone de manifiesto, además, la enorme vulnerabilidad en la que quedan los niños y niñas testigos de estos crímenes. Documentos y análisis de UNICEF Colombia subrayan que el impacto psicológico y emocional sobre los menores que presencian o sufren hechos violentos es severo, con repercusiones que pueden continuar durante toda la vida, por lo que se requiere atención y acompañamiento especializado para su recuperación.

La respuesta de las autoridades en Rionegro fue inmediata: el presunto agresor fue aprehendido en el lugar de los hechos. Sin embargo, las estadísticas del Ministerio de Justicia reflejan que menos de la mitad de las denuncias por violencia intrafamiliar logran una condena. Factores como la dificultad para probar los hechos y la escasez de recursos judiciales dificultan la obtención de justicia.

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Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las raíces de este flagelo social son profundas y multifacéticas, ya que la violencia de género está ligada a desigualdades económicas, sociales y culturales que perpetúan la subordinación y vulnerabilidad de las mujeres. Para CEPAL y diversas organizaciones especializadas, es fundamental fortalecer las acciones de prevención, mejorar la respuesta institucional y garantizar acompañamiento efectivo a las víctimas y sus familias. También resulta clave la capacitación de funcionarios y la sensibilización de la opinión pública sobre la magnitud y consecuencias de esta forma extrema de violencia.

Finalmente, el rol del periodismo independiente cobra importancia en este contexto. Latin American Journalism Review enfatiza la necesidad de basarse en fuentes oficiales, datos verificables y la protección del testimonio de víctimas y sobrevivientes, con el fin de promover informes rigurosos que contribuyan a movilizar políticas públicas, apoyar el cambio social y reivindicar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y miedo en Colombia.

¿Cuáles son las principales barreras para denunciar la violencia de género en Colombia?
Las víctimas de violencia de género en Colombia enfrentan obstáculos significativos a la hora de presentar denuncias, y sólo alrededor del 30% lo hacen, según informes de la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Entre los factores principales se encuentran el temor a represalias, la desconfianza en las instituciones judiciales, el desconocimiento sobre los procedimientos, y las dificultades sociales y económicas para acceder a servicios de atención.
Esta problemática limita el acceso a la justicia, reduce la eficacia de las políticas de protección y permite la perpetuación del ciclo de violencia. La falta de denuncia también dificulta la recopilación de datos y el diseño de respuestas integrales basadas en la magnitud real del problema, lo que representa un desafío clave para la política pública y la protección de derechos.

¿Qué apoyo se ofrece a los niños que han sido testigos o víctimas de violencia en el hogar?
La exposición de niños y niñas a actos de violencia en el entorno familiar, como el ocurrido en el caso de Yusneidy Naybel Solórzano Solórzano, causa daños psicológicos y emocionales profundos. Organizaciones como UNICEF Colombia destacan la necesidad de intervención profesional especializada, atención psicológica y estrategias de acompañamiento familiar para una adecuada recuperación.
El sistema de salud, las instituciones educativas y los organismos de protección a la infancia son responsables de identificar y canalizar oportunamente a los menores afectados hacia servicios de atención integral. Sin embargo, la cobertura y la calidad de estos apoyos suele estar limitada, lo que evidencia la necesidad de fortalecer la respuesta institucional ante estos casos.

* Este artículo fue curado con apoyo de inteligencia artificial.

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