Cortés, que le pagó el viaje de Medellín a Bogotá a Torres para que apoyara al expresidente Álvaro Uribe en su indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia, dijo en Blu Radio que la religiosa se quiere ir del país, y por eso quiere construirle un jardín, para que ella se quede.

“Tiene miedo de salir a la calle por todo lo que le ha pasado […] y hasta ha pensado en irse del país. Por eso, yo estoy promoviendo una teletón para ayudarle a construir el jardín infantil que necesita para los niños”, manifestó Cortés.

Y es que, por lo que parece, las intenciones de la monja de estar al cuidado de menores no es nueva.

Falsa monja

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Un residente del barrio Bello Oriente, de Medellín, que fue consultado por El Tiempo, había dicho que Torres pidió que se le entregara una casa en la que funcionaba un proyecto cultural para crear un internado, pero no se lo permitieron porque, al parecer, habría tratado mal a los niños.

A esa denuncia se le suma que, según otros vecinos del sector, la uribista recogía donaciones y las vendía en paquetes de mercados a 5.000 o 6.000 pesos; aun así, el excandidato Cortés considera que la religiosa sí tenía una labor social, aunque desconoce que hacía ella con el dinero que recolectaba, confesó en la emisora.

Por ahora, Torres sigue sin aparecer. La última vez que se le vio luego de que estuviera en el centro de Bogotá gritando, con megáfono en mano, “¡Que viva el sagrado Álvaro Uribe!”, fue en una plaza de mercado de Medellín en la que la recibieron entre abucheos.

La versión original de esta nota calificaba a la hermana Adriana Patricia Torres Echavarría como “falsa monja”. Sin embargo, se ajustó gracias a una carta que ella envío a medios de comunicación en la que certifica que pertenece a la comunidad Carmelitas Misioneros de Santa Teresita.