Valeria Arévalo fue una de las afectadas y quien denunció a través de redes sociales el hecho para que otras personas no sean víctimas de los delincuentes. Según dijo la joven, es una nueva modalidad que usan los ladrones para cometer sus fechorías.

Q’HUBO se comunicó con la ciudadana y ella contó que el atraco masivo ocurrió el pasado sábado cerca a La Balsa de El Vergel, sobre las 6:15 p. m.

Los muchachos salieron caminando de la universidad con destino al Centro de Servicios del Vergel. Sin embargo, cuando estaban en inmediaciones del conjunto residencial La Balsa, los interceptaron las ladronas.

“Eran dos mujeres. Una se hizo llamar doña Sara, su cara era delgada, tenía cejas pintadas y un lunar grande al pie de la boca; la otra era bajita, estaba como embarazada, tenía un piercing en el lado izquierdo de la nariz. Empezaron preguntándonos si sabíamos donde vendían ‘porros’ y como no les pusimos atención dijeron que doña Sara era la ‘dealer’ de la zona y que un grupo de jóvenes le estaba quitando los clientes. Según ellas, estaban haciendo preguntas por ahí y nos culpaban a nosotros de ser esos jóvenes”, relató Arévalo.

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Asimismo, les mencionaron que pagaban “vacuna” a los policías para poder operar en la zona.  Mientras las mujeres hablaban, otros cómplices de ellas se acercaron y rodearon a los estudiantes:

“Seguimos sin ponerles cuidado y por esto llamaron a otros dos. Uno era moreno, flaco y con gafas y tenía una perrita lobo siberiano cachorra, y el otro era gordo y blanco, esposo de la tal doña Sara, y el que nos amenazó con un arma y nos despojó de todas nuestras pertenencias”, puntualizó la ciudadana.

A las víctimas las hicieron poner de espaldas mientras los ladrones huían en un carro con bolsos, celulares, computadores portátiles, joyas y dinero en efectivo.

Los muchachos se acercaron a un cuadrante que estaba en la estación de gasolina cerca del Vergel, el cual les indicó que debían poner la denuncia.

Tome nota

A través de redes sociales, los ibaguereños han denunciado que hay un grupo de delincuentes que mediante engaños roba a menores de edad y personas jóvenes afuera de los centros comerciales.

En este caso, las víctimas oscilan entre los 16 y 18 años de edad. Son estudiantes de la Universidad de Ibagué y de la Corporación Universitaria, CUN.