El gobierno español afirmó, vía escrita en carta membreteada, que la posesión y preservación de la colección Quimbaya le pertenece a los fondos del Museo de América y que la misma, por su condición de bien de interés cultural, no puede ser enajenada ni exportada.

Por intermedio del director del gabinete de la presidencia del gobierno, el mandatario Pedro Sánchez Pérez-Castejón, le comunicó al exgobernador del Quindío, Jaime Lopera Gutiérrez, por escrito, la posición del gobierno que orienta sobre el tesoro regalado por el presidente Carlos Holguín Mallarino a la reina regente de España para la época de los hechos (1888-1892).

El documento recibido en Armenia es la respuesta de la solicitud que a título personal los señores Jaime Lopera Gutiérrez, Gonzalo Alberto Valencia Barrera, Armando Rodríguez Jaramillo y Germán Medina Franco, miembros de la Academia de Historia del Quindío, le hicieron al gobierno de Pedro Sánchez Pérez-Castejón sobre la colección de piezas que reposan en Madrid, España.

La reclamación del grupo de historiadores quindianos tiene como soporte, entre otros, una sentencia de la Corte Constitucional, del año 2017, que le ordena al gobierno colombiano llevar a cabo las gestiones necesarias ante el gobierno español para lograr la repatriación de la colección, considerada patrimonio de los colombianos. Dicha sentencia fue motivada por la insistencia de los historiadores para reclamar el tesoro.

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En el documento, firmado por Óscar López Águeda, de la presidencia del gobierno español, se lee: “Le informo que España mantiene su ofrecimiento de entablar una cooperación técnica sobre la Colección Quimbaya, que se ha visto truncada por la crisis del COVID-19. Nos consta que el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y el Museo de América de Madrid ya trabajan con propuestas coherentes y exposiciones. Esta cooperación no obsta para que pueda ser oportuno recordar la buena fe mostrada por España en la posesión y preservación de la colección, así como la pertenencia de la colección a los fondos del Museo de América y su condición de Bien de Interés Cultural, que impide que la misma sea susceptible de ser enajenada o exportada”.

Conocida la negativa de la devolución del Tesoro Quimbaya a los colombianos, los reclamantes recordaron que lo que buscan repatriar son 122 piezas de orfebrería “extraídas de una guaca en el municipio de Filandia en el año 1890 y transferidas de forma irregular por el entonces presidente de Colombia, Carlos Holguín Mallarino, a título de ‘obsequio’ a la reina regente de España”.

El tesoro Quimbaya

Con apoyo del historiador y antropólogo, Roberto Restrepo Ramírez, LA CRÓNICA relieva algunos aspectos de lo que hoy se conoce como el Tesoro Quimbaya. La historia sobre el particular se remonta al año 1890 cuando en la zona conocida como La Soledad, hoy Quimbaya, un grupo de guaqueros destruyó varias tumbas del pueblo Quimbaya y extrajeron decenas de piezas de oro, entre las que se resaltan narigueras, dorsales, pectorales, collares y poporos.

La colección de piezas, afirma Restrepo Ramírez, empezó a ser exhibida en Filandia y luego viajó a Salento y posteriormente a Manizales. Con el paso de los días y durante el periplo la cantidad de elementos fue disminuyendo, quedando varias de ellas en manos de guaqueros y coleccionistas.

Según el catálogo Finlandia, autoría del comerciante italiano de piezas arqueológicas y faraónicas, Carlo Vedovelli Breguzzo, el Tesoro Quimbaya constaba de 435 piezas de oro, todas de lo que se conoce como el periodo temprano o el Quimbaya clásico, situado en el 500 antes de Cristo, anterior a los históricos y más conocidos quimbayas que fueron los que encontraron los conquistadores españoles en el siglo XVI.

Asegura el historiador Restrepo Ramírez que las piezas de oro llegaron hasta una casa en el sector de La Candelaria en Bogotá y allí fueron exhibidas hasta agosto 20 de 1891. Fecha después de la cual, se estima, fueron adquiridas por el gobierno del presidente Holguín Mallarino, que gobernó el país desde el 7 de agosto de 1888 hasta el 7 de agosto de 1892. 

El regalazo

La más fuerte hipótesis sobre la motivación que tuvo el presidente Carlos Holguín Mallarino, para desprenderse de tan valiosa colección y de paso despojar a los colombianos de su patrimonio, fue en agradecimiento a un laudo arbitral del gobierno español sobre un tramo de frontera entre Colombia y Venezuela.

Incluso, hay fuertes versiones que señalan que el gobierno colombiano invitó al gobierno venezolano a realizar la donación de las piezas del Tesoro Quimbaya, de forma conjunta, al gobierno español, propuesta que los del vecino país no aceptaron.

Ya en España, las 122 piezas de oro, recibidas por la reina María Cristina de Habsburgo, hicieron parte de la exposición conmemorativa, en Madrid, de los 400 años del descubrimiento de América. Finalizada la muestra, sobre la que el antropólogo Roberto Restrepo afirma que constaba de casi 1.000 piezas, pues de la misma, además del Tesoro Quimbaya, hizo parte otra cantidad de elementos de tribus y campesinos colombianos, también regalados por Holguín, la colección Quimbaya se quedó en España y allí permanece, hasta el sol de hoy.