La calle 42 con carrera Quinta, el parqueadero del estadio Manuel Murillo Toro y el parque de El Salado, fueron los epicentros del remate de las fiestas, que por dos años dejaron de celebrarse por la pandemia del Covid-19.

Miles de ibaguereños y turistas asistieron al cierre del Festival Folclórico Colombiano en los tablados populares, en este tuvieron la participación de orquestas y cantantes locales, una gran apuesta de la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué apoyando a los artistas de la región.

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“Es una excelente idea descentralizar las fiestas; eso hace que se distribuya mejor la asistencia de la gente. Además, es una gran motivación que la Alcaldía nos de la oportunidad de mostrar nuestro trabajo musical”, afirmó Ricardo Andrés, integrante de la orquesta Quimbombó.

La participación de las voces femeninas también engalanó la última noche de folclor: “Me alegró mucho que las fiestas hayan regresado, ya que nos convertimos en centro cultural. Me sentí muy feliz al ver las delegaciones de todo el país”, mencionó Juliana Valdiri, cantante de la Dream Band.

Lo que empañó la fiesta

Sin embargo, en medio de la sana diversión, no faltaron los indisciplinados que generaron riñas, peleas o escenas protagonizadas por el exceso de alcohol.

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Una de las denuncias de los asistentes fue la lluvia de botellas que se vivió en los tablados de la calle 42, donde un grupo de personas arrojaron envases de vidrio “a diestra y siniestra” sin importar que pudieran herir a alguien.