Rivero conducía una camioneta, el jueves en la noche, en la que se transportaba la líder política y secretaria departamental del partido Alianza Social Independiente (ASI) Yolanda González García, entre límites de Norte de Santander y Arauca.

En ese trayecto y al cruzar por el sector conocido como el cerro de La Virgen, entre los municipios de Toledo y Saravena, el escolta de 33 años y adscrito a la Unidad Nacional de Protección se encontró de frente con varios militares, pues según dice el Ejército en un comunicado en la zona se instalaron dos puestos de control porque la Policía alertó “sobre el posible secuestro de un comerciante y el hurto de una camioneta”.

De acuerdo con el reporte de las tropas, que quedó consignado en el boletín, por el primer retén cruzaron dos vehículos, y como los soldados vieron que el último de estos “tenía las mismas características reportadas en el caso del posible secuestro”, entonces procedieron a detenerlo.

“Este vehículo hizo caso omiso a la señal de pare, y desde su interior se abrió fuego contra los soldados, lo que produjo un intercambio de disparos que permitió la captura de dos sujetos que resultaron heridos y la incautación de dos armas cortas”, explica la institución.

Pero el Ejército asegura que el conductor de esta camioneta “emprendió la huida realizando disparos, presuntamente con arma corta, en contra de los uniformados”, y que por eso se envió una alerta a los militares que estaban en el siguiente puesto de control, en Toledo, para que lo detuvieran.

Al llegar a este punto, según la información oficial, el conductor de la “camioneta de color rojo” no se detuvo, sino que “hizo caso omiso a la señal de pare, presentándose una sucesión de disparos”.

Es allí en donde el escolta Méndez Rivero pierde la vida, y queda herida su protegida. No obstante, el Ejército asegura que enfermeros militares auxiliaron a la mujer y la evacuaron en helicóptero junto a los otros dos heridos hacia el hospital de Saravena.

Ejército Nacional

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Pero la versión que desde el hospital entregó a medios locales la dirigente Yolanda González, y que compartió Noticias Caracol, es que el escolta se detuvo y se identificó como miembro de la UNP, pero que los soldados les gritaban que se bajaran del carro y ella accedió.

La mujer dijo en el noticiero que cuando descendió del vehículo y levantó las manos, los soldados “empezaron a disparar sin nada más”, y que su escolta no se alcanzó ni a bajar.

Luego, aseguró, “llegó un hombre vestido de civil, pero con armas, y él les decía que por qué habían hecho eso, que por qué me habían disparado. Y ellos decían que el escolta les disparó primero. Eso es una gran mentira, porque él nunca sacó el arma”.

Como desde un principio se dijo que estos hechos obedecieron a un presunto error militar, el diario La Opinión llama la atención sobre el hecho de que los militares hayan confundido la camioneta con el vehículo reportado como robado.

“El vehículo robado es blanco de placas HRO-948, de Villa del Rosario, mientras que el de la UNP es una camioneta Duster, color vinotinto, modelo 2020, de placas FZT-103 de Bogotá”, detalla ese medio.

Con estas versiones sobre lo sucedido, más el material recolectado en terreno, ahora serán las autoridades competentes las que establezcan en qué circunstancias murió el escolta y resultó herida su protegida, así como las otras dos personas.

Aquí está la declaración completa que dio la mujer:

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