Lo primero sobre lo que llama la atención el noticiero es que el mayor Ocampo seguía activo en el Ejército pese a que aceptó su participación en un caso de ‘falsos positivos’, en donde, según el documento, dos hombres (Wilson José Ochoa y Diego Fernando Cajiao) fueron engañados “para posteriormente asesinarlos y hacerlos pasar por miembros de bandas criminales de Medellín”.

El oficial, que para el momento de los hechos, en 2007, era teniente y trabajaba en inteligencia en el Batallón de Ingenieros No. 4 Pedro Nel Ospina, confesó que se dejó “llevar desafortunadamente por una costumbre que tenían ahí y por beneficios estúpidos…”.

El informativo dice que Ocampo aceptó que de manera ilícita se les puso, a las dos víctimas, “armas de fuego para justificar que, en medio de un cruce de disparos, estos dos hombres habían sido dados de baja”.

Aun así, el oficial hizo curso y ascendió a mayor, mientras la investigación avanzaba. De hecho, Caracol revela que pudo constatar que Ocampo González “iba a ser ascendido al grado de teniente coronel”, el pasado domingo 7 de junio.

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Pero fue el Ministerio de Defensa el que, dice el informativo, encontró estos antecedentes y “recomendó” al Ejército parar el ascenso y retirar al oficial de su cargo, ya que tiene al menos seis investigaciones más por “resultados operacionales de manera irregular”.

El noticiero resalta que, hasta el momento, el Ejército no se ha querido pronunciar al respecto.