El planteamiento del periódico es que al menos se aplicará el Euro V con filtro” al 59 % de los buses que renovarán los obsoletos articulados que hoy se movilizan a través de las fases I y II del sistema.

“Esto significa, según la Administración, una reducción del 80 por ciento de la emisión de partículas contaminantes, uno de los principales reclamos de sectores ambientalistas y del mismo Concejo”, acentuó el editorial.

“Claro, lo ideal sería que todo el componente fuera de cero emisiones, y a ello se llegará en un futuro no lejano, entre otras razones, por la presión ciudadana”, agregó la posición de El Tiempo.

Usuarios de Transmilenio intentando ingresar a un bus articulado.

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Y añadió que “de vez en cuando vale la pena ver el vaso medio lleno” en clara contraposición a quienes han criticado con vehemencia, desde distintos sectores, que la nueva flota de Transmilenio usará tecnología declarada obsoleta en Europa, según un informe de Semana.

De hecho, El Tiempo invita a los principales opositores del sistema a concentrar la atención hacia “aquellos otros generadores del mal aire que se respira en la capital, como el transporte de carga, buses intermunicipales y motos”.

Asimismo, el periódico asegura que “sin duda” la nueva flota contribuirá a la reducción de emisiones de carbono, pero sin citar al menos una fuente que lo certifique. Y es enfático en decir que en la misión de preservar el medio ambiente “todos ponen” –citando el conocido lema mockusiano– para controlar a los “vehículos viejos, mal sincronizados, verdaderas chimeneas, muchos a lo mejor con la revisión de gases al día”.

Transmilenio

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El Distrito entregó esta semana la licitación para la renovación y operación de 1.133 buses de las fases I y II de Transmilenio, por un valor cercano a los 7 billones de pesos y que, según el concejal Manuel Sarmiento, benefició a Volvo porque el 60 % de los buses tendrán motores diésel y concentró el negocio en 3 de los actuales operadores del sistema.