En las últimas semanas, la Corte Penal Internacional (CPI) concluyó que en Venezuela sí se han cometido crímenes de lesa humanidad y que al investigar la crisis en ese país determinó que existen “fundamentos razonables para creer que en Venezuela han ocurrido delitos de competencia de la Corte”.

Incluso, el fiscal oficialista Tarek William Saab emprendió un viaje hasta La Haya para intentar frenar las investigaciones al régimen de Maduro por lo que se ha considerado como violaciones de derechos humanos.

Ante eso, el presidente Duque le dijo a Semana que cree que “la Corte actúa bien” pero también que “ha podido tomar esta decisión con mas velocidad porque llevamos años  esperando ese proceso”.

El mandatario añadió que ve “con buenos ojos” que se le adelante un proceso a Maduro y fue enfático en que “lo que debe ocurrir no solamente es una investigación sino un rápido procesamiento, un juicio y una sanción ejemplarizante a quien se constituye como el más brutal dictador que haya visto América Latina en su historia reciente”.

Además, en una conversación virtual organizada por el centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington, comparó a Maduro con un autoritario exmandatario serbio:

“Es la dictadura más brutal que hemos visto en épocas recientes en América Latina y no he sentido ninguna timidez al tener que decir que Maduro se puede comparar con Slobodan Milosevic en el caso de América Latina. Es el equivalente en América Latina y ha sido así porque la evidencia demuestra que tiene una actitud continua de violar todas las formas de derechos humanos”.

Duque destacó que de parte de Estados Unidos las denuncias contra Maduro han sido “bipartidistas” y han procedido de ambas cámaras del Congreso.

El mandatario colombiano, quien recordó que denunció a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) antes de asumir su gestión y ya en ejercicio, consideró una obligación ejercer “toda la presión que se necesita para poner fin a esta dictadura” y calificó de “brutales” los efectos de la crisis humanitaria causada por el Gobierno venezolano.

“Cuando pensamos que la crisis migratoria más importante ha sido Siria, bueno este año nos sorprendería ver Venezuela”, afirmó Duque.

“La crisis en Siria -agregó- se basaba en datos en donde teníamos más de cinco millones de migrantes como consecuencia de la crisis; en este caso, para finales de este año estamos hablando de más de seis millones y Colombia ha absorbido dos millones de migrantes, casi dos millones de migrantes en nuestra tierra”.

En ese contexto, estimó que su país ha destinado de su presupuesto “casi mil millones de dólares al año”.


“Aun comparado con lo que ha sucedido en Siria, la proporción de ayuda internacional por migrante en el caso de Siria se ha acercado a algo así como 2.000 dólares; en el caso de Venezuela, no llega siquiera a los 200 dólares”, sostuvo Duque.

Duque, quien se convirtió en uno de los aliados más firmes de la Administración de Donald Trump contra Caracas, señaló cuatro puntos importantes, y apuntó que Juan Guaidó no puede por sí mismo cambiar la situación:

“Deshacernos de la dictadura, construir un Gobierno de coalición nacional con los chavistas y con los líderes de la resistencia, llamado a elecciones libres y poniendo en práctica un plan de recuperación”.

Pese a que declinó emitir una “recomendación” a la entrante Administración de Joe Biden sobre cómo atender la situación en Venezuela, defendió como “importante” el apoyo bipartidista y bicameral y que se mantengan la presión, las sanciones y los llamados de la comunidad internacional.