En el Cesar, las torres 114 y 115 sufrieron daños estructurales lo que originó la interrupción en el suministro de energía.

Sin embargo, las cargas explosivas no causaron más afectaciones el resto del sistema por lo que municipios aledaños como Tamalameque y Pelaya tienen servicio eléctrico, informaron autoridades locales.

En Norte de Santander, otro ataque al oleoducto Caño Limón-Coveñas solo causó daños menores sin que se presentara derrame de petróleo. Se trata de ataque número 11 en lo que va del año contra el sistema de transporte de crudo.  

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En el lugar de las explosiones, las autoridades encontraron artefactos para atentar contra la fuerza pública.

En ambos casos, el Ejército movilizó tropas y unidades especiales para acordonar las zonas y reestablecer la normalidad.