La Defensoría del Pueblo informó este miércoles que entre el 1 de enero y el 8 de octubre fueron desplazadas 15.140 personas en ocho departamentos como consecuencia del conflicto armado en el país.
En el primer semestre del año, en cambio, el Centro de Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC) y el Concilio Noruego para los Refugiados, cuyos datos sirven como base para la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hablan de 53.000 nuevos desplazados, de los cuales 14.000 fueron por desastres y 39.000 asociados al conflicto.
La Defensoría añadió que en nueve meses completos se reportaron 58 “eventos de desplazamientos masivos”, que han afectado a 5.126 familias. El departamento más golpeado por este flagelo fue Nariño, en donde 5.423 personas de 2.028 familias han sido desplazadas forzosamente.
De igual forma, la Defensoría señalo que en Córdoba fueron desplazadas 2.931 personas, mientras que en el Valle del Cauca fueron 2.652 y en Norte de Santander las afectadas por ese crimen llegaron a 1.779. No obstante, en el Catatumbo los datos también riñen con los que reveló Human Rights Watch en un informe hace semanas. Allí hablaba de 40.000 desplazados.
A estos departamentos le siguen Chocó, fronterizo con Panamá, con 1.392 personas, seguido de Antioquia (592), Cauca (216) y Magdalena (39). En la región del Bajo Cauca antioqueño la Defensoría señaló que ha ocurrido el 70 % de los desplazamientos masivos, principalmente en los municipios de Tarazá, Caucasia y Zaragosa, dando continuidad a una dinámica que sucede desde el año pasado.
Asimismo, la presencia en agosto y septiembre de la banda criminal Clan del Golfo en el municipio de Murindó (Antioquia), y su posible enfrentamiento con el Eln, ha llevado a que 1.773 indígenas estén confinados. “La cifra de comunidades confinadas es de 107 y el número de personas confinadas es de 15.035. Es decir, más de 16.500 indígenas y afrodescendientes han sido afectados por el confinamiento en lo que va del 2019”, agregó la Defensoría.
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