Este jueves, cuando se cumple un año del comienzo del estallido de protestas en Colombia, se conoció la historia de un uniformado del Esmad que resultó gravemente herido en las manifestaciones. A día de hoy, permanece postrado en una cama y su familia pide que se haga justicia.

Se trata del mayor Julián Saavedra, quien atendió las protestas en la vía Aguazul-Yopal. Claudia Uribe, su esposa, contó que el uniformado fue atropellado por un tractocamión en medio de un operativo para levantar bloqueos. 

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“El camión embistió a mi esposo. Lo golpeó, él salió a volar a una velocidad impresionante y recibió el golpe en el cerebro. Sufrió un trauma craneoencefálico severo”, dijo a Noticias Caracol.

La mujer narró que la situación ha sido muy difícil para toda la familia. Un año después del accidente, el mayor sigue hospitalizado, ya que pese a estar consciente, no puede ni siquiera comunicarse verbalmente.

“Desde el primer momento en que abrió sus ojos estuvo consciente. Él se comunica con sus ojitos, parpadeando. Solo falta que hable y se levante de esa cama. Sé que muy pronto lo hará”, expresó.

La esposa del mayor contó que tienen una hija de nueve años para quien ha sido particularmente duro ver a su padre en ese estado. “Ha sido muy fuerte ver a su papito en esas condiciones. Trato de no traerla mucho [a la clínica] porque ella llora muchísimo”, expresó entre lágrimas.

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Asimismo, se lamenta porque un “irresponsable” frustró los sueños de toda una familia. Después de un año de lo ocurrido, cuestionó a la Fiscalía, entidad que no ha entregado avances de la investigación.

Acá, el testimonio de la esposa del agente del Esmad: