La última vez que vieron a Brayan Andrés Montaña (17 años), Mauricio Castillo (16 años) y Juan Esteban Moreno (14 años) fue cuando repartían mercados en el barrio San Cristóbal Norte, en la localidad de Usaquén.

Días después de su desaparición, ocurrida el pasado 22 de febrero, el CTI de la Fiscalía halló el carro en el que se extraviaron. Las autoridades empezaron a buscar pistas en ese vehículo, pero hace un mes se lo entregaron a su propietario, informó Noticias Caracol.

Los familiares de los desaparecidos indicaron al noticiero que la policía no encontró información valiosa que les permitiera dar con el paradero de los menores.

“Dicen que no encontraron huellas, que no encontraron  nada”, manifestó uno de los padres.

Vehículo hallado por el CTI.
Vehículo hallado por el CTI. / Captura Noticias Caracol.

Como si lo anterior no fuera suficiente, recientemente el caso se le asignó a otro fiscal, por lo que la investigación se puede tornar más lenta. Además, hace poco los familiares también recibieron un papel anónimo donde les aseguraban que habían encontrado a los jóvenes sin vida y que sus cuerpos estaban enterrados en una montaña de la capital, indicó el medio citado.

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En esa nota había un mapa con el que supuestamente llegarían a ese lugar, conocido como Cerro Norte.

“Donde está la cruz, ahí están los niños del carro rojo enterrados”, se puede leer en el papel al que tuvo acceso Noticias Caracol. Esta es otra línea:

Mucha gente dice que están ahí, pero nadie quiere problemas”.

Las familias de los jóvenes llegaron hasta ese lugar y excavaron en vano día y noche.

“Gracias a Dios no encontramos nada”, dijo al noticiero María Alejandra Soche, madre de uno de los menores.

Entre tanto, Henry Castillo, padre del adolescente de 16 años, indicó que la angustia no desaparece. “Seguimos con ese sufrimiento porque no sabemos absolutamente nada. Ni de la policía que nos colabora, ni de la Fiscalía”.