A través de Twitter, se conoció la denuncia de la supuesta discriminación racial en contra Luc Gerard Nyafe, dueño y fundador de Tribeca, uno de los fondos de inversión más importantes del país y el primero creado en Colombia.

Los señalamientos los hizo el columnista Diego Santos, este miércoles, quien refirió que la pareja no pudo hacer uso del servicio del restaurante Alma, ubicado en el reconocido hotel Casa San Agustín.

“Al empresario y dueño del fondo de inversión Tribeca, Luc Gerard y a su esposa, ambas personas de color, le negaron el acceso al restaurante Alma en Cartagena . Año 2021. Todo cambia para que todo siga igual”, trinó Santos.

Enseguida, el alto ejecutivo —destacado por representar a Latinoamérica con compañías mundiales como Phillipe Morris, Caterpillar e ING— apoyó la denuncia en la red social y, en un hilo, escribió:

“Gracias Diego. Así es, Colombia y Cartagena en particular tiene todavía mucho trabajo para visibilizar y hacer respectar sus minorías raciales, y aceptar su diversidad como una riqueza. En este caso los autores de la discriminación ellos mismo son mulatos cartageneros. Y seguramente sus jefes Hubieran tenido el ‘radar social’ para que esto no ocurra (he ido a cenar allí varias veces, pero ‘acompañado’) pero ahí no está el tema, que sea por racismo o clasismo en 2022”.

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Además, en su publicación manifestó que pese a que él tiene “voz” y se puede hacer “oír” en este caso, hablaba en nombre de “miles que sufren de la discriminación cotidiana y no tienen voz”.

Ante las acusaciones, la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) se refirió al tema en la misma red social y argumentó:

“Nuestra Asociación ha verificado la situación y no obedece a ningún caso de discriminación. El establecimiento se ajustó a procedimientos de calidad, todos libres de actitudes discriminatorias”.

De acuerdo con Semana, en las indagaciones por el hecho en Cartagena, el gremio de restaurantes estableció que se negó la entrada al lugar “por el código de vestimenta del usuario, la cual no correspondía a las reglas del establecimiento (usaba chanclas)”.

Finalmente, el restaurante Alma también se pronunció: “Lamentamos profundamente el malentendido del código de vestuario del Restaurante Alma, la intención nunca ha sido, ni fue discriminar”.