La abogada contó que el oficial era su jefe directo y que cuando empezó a acudir a su oficina primero le decía piropos normales, luego comentarios como “mija como amaneció de bonita” y “mija usted que se hace que está muy bonita”, señaló en W Radio.

Ramírez señaló que su actitud hacia esos comportamientos era “renuente pero callada”, y que con el transcurso de los días empeoró la situación. Relató que empezó a notar que cuando ella ingresaba a la oficina del coronel notó “esas miradas morbosas hacia los genitales y los senos”. Enfatizó: “Uno se da cuenta con la mirada qué le están mirando a uno”.

La mujer indicó que en una ocasión él cerró la puerta cuando ella entró a la oficina y le preguntó por el novio, su actual esposo, que “también se retiró de la institución por temor a represalias”. La abogada relató que en ese momento su esposo estaba en curso de ascenso y ella le contó al coronel que lo iban a trasladar. Él le contestó: “Mija no se me ponga triste por eso que yo también estoy solito y no es sino que usted me toque la puerta y yo con un viagrazo puedo con usted”.

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También contó en el medio que en otra ocasión que todo su departamento tenía turno de descanso durante un puente festivo el coronel Suárez decidió acortarlo, solo para ella, y se lo informó diciéndole: “Mija pero entonces no se va ir a echar tres huevos, sino solo dos. El lunes la espero acá al mediodía”.

Ramírez cuenta que empezó a tener problemas psicológicos por esas situaciones y quiso evitar el contacto con él pese a que era muy difícil porque era su jefe y porque vivía al lado de su cuarto. Dice que ella “era soltera en ese momento y la directriz de parte del nivel central es que los subtenientes solteros deben vivir en el casino de oficiales”. Razón por la que se lo “encontraba en varias ocasiones donde los saludos era una ‘piqueadera’, una sobadera, una abrazadera…”.

La subteniente indicó en la emisora que el oficial ha querido desprestigiarla diciendo que está loca. Pero tiene grabaciones de cuando hizo las denuncias y testimonios de sus compañeros que presenciaban la situación a diario.

Resaltó que no tiene muchas pruebas de los momentos del acoso porque le tenía miedo al oficial por su comportamiento y su irrespeto. Además, que siempre lo hacía cuando estaban solos y porque se centró en buscar ayuda a sus superiores, y en su tratamiento psicológico para que la retiraran.

Ramírez afirma en su declaración que luego de que interpuso la denuncia ante la Fiscalía, el coronel Suárez llamó a su esposo para intentar solucionar la situación. También que cuando el oficial se enteró que daría declaraciones a medios le ordenó a “personal femenino llamar a la emisora para sabotear la entrevista”. Dijo que sabe que es un proceso difícil porque es la palabra de una civil contra un coronel que está próximo a ser llamado para ascender al grado de general.

La abogada se refirió a la cultura del silencio que existe en la institución frente a estos comportamientos:

“En la institución vulneran muchos derechos fundamentales y más al sector femenino. Las mujeres les da temor que haya retaliaciones en contra de ellas como me daba temor a mi cuando estaba dentro de la institución. Inclusive, tengo conocimiento que se abrió una investigación en la inspección general de la Policía por acoso sexual por parte del señor comandante con una oficial superior. Son situaciones en las que todo el mundo calla. Todo el mundo le da temor hablar. La única manera de hacerlo es como yo que ya salí de la Policía y afuera no me va a pasar absolutamente nada. Institucionalmente, porque el resto uno nunca sabe”.

W Radio informó que en la Policía ya hay una investigación abierta, y delegaron una comisión en el comando del Quindío para que recoja pruebas y declaraciones.

Esta denuncia se conoce días después que se destapara un escándalo similar por acoso sexual y laboral del coronel Óscar Pinzón, comandante de Policía del Huila, hacia sus subalternos.

Este es el audio de la denuncia: