De acuerdo con la emisora, de esa alarmante cifra de denuncias por abuso de sacerdotes, solo un caso fue condenado por la Corte Suprema, pero absuelto por el Derecho Canónico de la Iglesia Católica; en otro sucedió lo contrario, fue archivado por la justicia penal, pero condenado por el Derecho Canónico y uno más está en etapa de investigación en la Fiscalía.

El reportaje radial del periodista Juan Pablo Barrientos titulado: ‘Dejad que los niños vengan a mí’, señala que los “dos últimos arzobispos de Medellín protegieron a los sacerdotes pederastas”.

Los curas señalados de los actos sexuales contra menores no son enviados a cárceles, sino enviados a casas curales. Sin embargo, cuando son condenados por la justicia, la arquidiócesis pide que no los envíen a prisiones sino a la casa sacerdotal San Alberto Hurtado, ubicada en Copacabana (Antioquia), según la investigación.

A continuación, algunos de los casos de pederastia revelados en esa investigación y que llaman la atención por su presunta impunidad e indignan a una comunidad religiosa que cree en su iglesia.

El único caso condenado a 8 años por acceso carnal abusivo, en concurso homogéneo con actos sexuales abusivos con menor de 14 años, es del padre Mario Castrillón, que fue encubierto por el arzobispo monseñor Giraldo Jaramillo, según el medio.

Este primer hecho, revelado por W Radio, ocurrió en la comuna 13 Medellín (entre el 2004 y 2005), cuando a Castrillón lo nombraron párroco en la iglesia Las Bienaventuranzas. Allí, abusó de dos menores, de 9 y 11 años, que estaban en el grupo de acólitos.

Pese a las acusaciones, pruebas y la condena que pagó como pederasta, el sacerdote Castrillón salió de la cárcel y monseñor Giraldo Jaramillo lo envió a celebrar la misa en la parroquia El Sagrario, “sin informarle a los feligreses de los peligros que este sacerdote podría representar”, dice el reportero.

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Actualmente, señala el periodista, Castrillón ejerce su sacerdocio en la clínica de El Rosario en El Poblado y ayuda en la parroquia San Juan Apóstol de Medellín.

Otro caso que demostró la protección los jefes católicos corresponde al padre Roberto Antonio Cadavid. Dice la emisora que aunque fue expulsado por la iglesia por abusar a menores, terminó predicando en dos parroquias de Nueva York, “recomendado por el actual arzobispo de Medellín, monseñor Ricardo Tobón”.

Cadavid fue denunciado por abusos a los estudiantes de un colegio parroquial en Chiquinquirá. Por eso, salió de esa ciudad y fue nombrado párroco de una iglesia en la comuna 3 de Medellín y rector en el colegio Pablo VI. Allí, también llegaron acusaciones por pederastia. En 2007 la familia de un menor lo denunció, pero cita el reportaje:

“La curia en vez de denunciar ante la Fiscalía General, como es su deber legal, habría conciliado con la familia una suma superior a los 100 millones de pesos que habrían salido del bolsillo del sacerdote y pagados supuestamente en efectivo”.

Un tercer caso revelado por Barrientos es del influyente sacerdote de Antioquia, Carlos Yepes, que fue capellán de la Gobernación del departamento.

En la emisora, Hernán Morales (de 36 años) dijo que denunció penalmente al cura por violarlo cuando era menor de edad. Sin embargo, en la emisión de esta mañana, el periodista que hizo la investigación tuvo un fuerte agarrón con el sacerdote Yepes por un supuesto mal manejo de la información.

Estos tres casos como los otros 14 conocidos y difundidos por W Radio, este miércoles, sorprenden por la pasividad de la Iglesia Católica y del arzobispo Tobón que, concedió una entrevista al periodista, en todo momento trató de disculpar, evadir y poner en duda las acusaciones de la justicia penal contra sus sacerdotes investigados y el condenado por pederastia.

Los detalles de cada uno de estos reprochables casos los puede escuchar y leer en este link que dirige a la investigación y publicación de la emisora.