Si bien se vienen reduciendo los plantíos desde 2017, año en que había 171.000 hectáreas, “la producción de cocaína sigue subiendo“, dijo Pierre Lapaque, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

“El área sembrada con coca en Colombia siguió bajando y llegó el año pasado a 143.000 hectáreas, el 7 % menos [que el año anterior]“, agregó Lapaque, durante la presentación del informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos.

En el poder desde 2018, el gobierno de Iván Duque ha avanzado en los últimos años en la destrucción de los plantíos de los que se extrae la materia prima de la droga, que alcanzaron una cifra récord de 171.000 hectáreas en 2017.

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Su antecesor, Juan Manuel Santos, dijo entonces que los campesinos habían multiplicado sus cultivos con la expectativa de recibir beneficios derivados del acuerdo de paz con la exguerrilla Farc, en 2016, y por el debilitamiento del peso colombiano ante el dólar.

Siempre le dijimos a los colombianos que nuestra misión sería la de enfrentar este crecimiento exponencial de los cultivos ilícitos […] y empezar una senda de reducción” frente a “esta amenaza”, declaró Duque durante la presentación del informe de la ONU en Bogotá.

Sin embargo, Lapaque señaló que en el país hay enclaves consolidados para la producción de la droga en las fronteras con Ecuador y Venezuela. “La producción de cocaína no depende solamente del área sembrada de coca”, dijo el representante de la UNODC.

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La cantidad “de hojas que se puede recolectar en una hectárea, la cantidad de alcaloide disponible en las hojas y las capacidades de los procesadores para extraerlo están aumentando a pesar de los esfuerzos importantes hechos por la fuerza pública”, comentó.

Los cinco departamentos con mayor cantidad de plantaciones ilícitos fueron Norte de Santander, Nariño, Putumayo, Cauca y Antioquia, que concentran “hasta el 84% de toda la coca del país”, según la ONU.

Casi la mitad (48 %) está en zonas protegidas, como parques nacionales o resguardos indígenas.

Desde que asumió en agosto de 2018, Duque estableció como prioridad la lucha contra el narcotráfico y lanzó un plan antidrogas que prevé reducir a la mitad el territorio cultivado con coca entre 2022 y 2023.

Colombia, que hace más de medio siglo vive un conflicto armado alimentado por los recursos del narcotráfico, se mantiene como el principal productor de cocaína y mayor cultivador de hoja de coca del mundo, por delante de Perú y Bolivia.

Colombia sigue siendo el mayor productor mundial de cocaína y Estados Unidos es el mayor consumidor de esa droga.