El Espectador es el periódico más antiguo del país, fundado el 22 de marzo de 1887 y, bajo la dirección de Fidel Cano, es considerado uno de los periódicos más serios y profesionales por su independencia, credibilidad y objetividad.
Los temblores que han ocurrido en Colombia en las últimas semanas han causado muchas preguntas entre los ciudadanos. También muchos mitos que se han regado como pólvora en redes sociales. Uno de ellos, por ejemplo, señalaba que hoy hay más sismos que en el pasado. Otro indicaba que es posible predecir temblores.
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Pero ninguno de los dos, es real. Por un lado, la red de monitorio que hoy tiene el país, compuesta por 159 estaciones, ha permitido que detectemos casi en tiempo real si ocurre un temblor en La Guajira o en Villavicencio. Por otro lado, le decía a El Espectador, Julio Fierro, director del Servicio Geológico Colombiano, no se puede saber cuándo ocurrirá uno de estos fenómenos.
¿La razón? Como el sismo se genera por una acumulación de energía a profundidades muy grandes en el subsuelo que no podemos controlar, apuntaba Fierro, “no podemos saber en qué lugar de unas fracturas que hay en la corteza se puede estar acumulando esa energía. Eso no lo podemos diagnosticar porque está en el subsuelo y porque tendríamos decenas de miles de kilómetros cuadrados por revisar”. Ningún país puede hacerlo.
Sin embargo, hay algo que sabemos con cierta cereza: cuáles son los puntos con mayor y menor amenaza sísmica del país. Esto es útil porque le da señales a esos municipios para que se preparen en caso de que ocurra un temblor. En otras palabras, para que tengan una mejor cultura de lo que implica vivir en una zona sísmicamente activa.
El siguiente mapa, elaborado por el Servicio Geológico Colombiano, ayuda a explicarlo mejor. En él se pueden observar diferentes regiones en colores. Las rojas, entre las que se encuentra parte de Santander, donde está la falla de Bucaramanga-Santa Marta, y del Pacífico, son las que tienen mayor probabilidad de que ocurra un sismo.
Parte de los Llanos Orientales, en donde está Yopal y Villavicencio, tiene una probabilidad un poco más baja, aunque es alta. En esa misma categoría está Armenia.
Luego le siguen los territorios como Bogotá o Neiva, que tienen una probabilidad intermedia. Se pueden observar en amarillo. Allí se encuentra parte de los municipios de Cundinamarca y Tolima. La mayor parte del Caribe tiene una probabilidad baja de sufrir un sismo. La más baja la tiene la Amazonía.
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