El galardón se lo entregó en la capital argentina el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), y el excandidato presidencial y hoy senador aprovechó para ir de compras a centros comerciales.
Pero algunos no encuentran compatible un hecho que, a todas luces, es normal: que una persona de izquierda compre algo… o que tenga otras personas, por ejemplo, hijos, a quienes llevarles un detalle.
Uno de los detractores de Petro publicó la foto del político con un post que refleja lo inaceptable que le resulta la acción: “¿Reconocen este socialista enemigo del imperialismo?”.
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De inmediato, Petro le respondió calificando la actitud del tuitero como “odio sectario”, asegurando que no está renegando de su ideología, que el fútbol no es socialismo, ni que Buenos Aires sea el imperio.
No es la primera vez que al político de izquierda le critican sus compras. Es famoso el episodio en el que fue foco de críticas de sus detractores por usar zapatos de marca Ferragamo.
A donde llega el odio sectario que comprarle unos guayos y guantes de arquero a mi hija en Buenos Aires es una violación ideológica según este señor @jorgeborjajp
Ni creo que el fútbol sea socialismo ni Buenos Aires donde es la foto sea el imperio. https://t.co/VJOzpgjVJs
— Gustavo Petro (@petrogustavo) 21 de noviembre de 2018
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