No estoy de acuerdo. Y lo digo en voz alta. Asumo las consecuencias que mi posición suscite en el dueño de esta casa editorial, de quien me siento discípulo”, manifestó el columnista de Semana, que esta vez dejó a un lado la sátira y el humor para cuestionar  con dureza a López de quien dijo ser  un “aprendiz de las lecciones que él mismo ha impartido”.

Sería incapaz de continuar escribiendo en estas páginas sin expresar mi completo rechazo  ante este triste acto de censura que en una casa editorial como Semana jamás ha debido suceder”, continuó Samper, que aseguró haber escrito 561 columnas en 20 años de trabajo con la revista.

Para el periodista y exdirector de SoHo –otro de los productos editoriales de Semana– lo que pasó con Daniel Coronell no solo tendió humo sobre la “directriz letal con que el Ejército abona terreno para cultivar nuevos falsos positivos”, sino que redujo a “discusiones de cocina sobre cómo y por qué y en qué términos Semana expulsa a un columnista que contribuyó a la grandeza de su marca y es considerado ejemplo entre los de su profesión”.

Pero el rechazo contra la decisión de Semana no para ahí, porque el columnista recrimina al semanario por irrespetar la independencia periodística y advierte que la credibilidad del medio, después del incidente, ha quedado “abollada”.

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“No son los manejos que exigen los tiempos de hoy, ni son esas salidas las que conozco del grupo editorial en el que he trabajado casi dos décadas”, explicitó el columnista.

De igual manera, Samper Ospina tampoco tuvo reparos al señalar que la expulsión de Daniel Coronell fue un acto “autocrático y anacrónico”, propio del periodismo tradicional, que incluso pasó “por encima del director de la revista [Alejandro Santos Rubino], a quien con ello desdibuja”.

Aunque también es necesario anotar que el periodista atenúa la columna con permanentes llamados a la “grandeza” de Felipe López.