“Algo anda mal con las instituciones cuando el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Hoover Penilla, se siente impelido a tener que justificar el uso de un vehículo particular para trasladar a personas capturadas en medio de una protesta”, expresó el editorial del periódico en su edición dominical.
El diario recoge el mencionado incidente para exigir a las autoridades estatales transparencia en todas sus actuaciones, en especial la Policía, al tiempo que el periódico aclara que sus justificadas críticas no son un ataque la institucionalidad sino una consecuencia lógica de lo que debería pasar en un Estado democrático.
“En las democracias las autoridades responden a los ciudadanos”, agregó el editorial de El Espectador y en seguida sacudió al comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá con un par de observaciones sobre las declaraciones del alto oficial que, al aparecer, no se mide cuando habla en las ruedas de prensa.
“Se equivoca, entonces, el general Penilla al pedir que ‘no me cuestionen todo lo que hacen nuestros policías, por Dios, (…) porque estamos, se los digo sinceramente, afectando un Estado de derecho’. También se equivoca al decir que el único error, en el incidente del vehículo particular, fue ‘una falla en el procedimiento (pues) debieron haber terminado la captura y llevarla hasta donde correspondía’”, destacó el periódico.
Finalmente, El Espectador recuerda una vez más que “Colombia necesita serenidad, prudencia y reflexión”, no solo a las autoridades sino también en los demás actores sociales que intervienen en los debates públicos.
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