Orozco comienza su escrito criticando a los colaboradores del presidente Iván Duque que, según ella, “se muestran engreídos; exhiben la terquedad de su prepotencia… o de su ignorancia; no aceptan otra opinión, los atropella el poder que detentan como si fuera eterno y creen que el mundo se iluminó con ellos”.

Pero, de todos ellos, destaca por lo negativo a Botero, “tan poco enterado de su cartera, tan poco atinado, tan despistado y, al mismo tiempo, tan peligroso […]” a pesar de su “apariencia bonachona”, escribe Orozco.

Lo que lleva a la columnista a calificar así al ministro de Defensa son las declaraciones de él en rueda de prensa para ofrecer los primeros resultados de las investigaciones por el atentado del Eln que mató a 21 cadetes de la Policía.

Ese día, Botero dijo, en una intervención que para Orozco fue resultado del “afán por mostrar eficiencia”, que el conductor del carro bomba, José Aldemar Rojas, aprovechó la apertura de una puerta y la sacada por ese lugar de unas motos, y entró a toda velocidad “sin respetar a los guardias de seguridad, quienes inmediatamente, frente al hecho, comienzan a avisar a los demás guardias que hay dentro de la institución”.

También afirmó que Rojas ingresó “bruscamente… es detectado por estas personas (de la Escuela)… y aquí (muestra un fotograma) es abordado por un oficial de seguridad que ya estaba notificado por radio… aquí está el oficial inquiriéndolo”.

Sin embargo, Orozco asegura que “los investigadores oficiales tienen reportes contrarios”, en el sentido de que el conductor “entró tranquilamente por una puerta abierta cuyo dispositivo de cierre estaba averiado. Solo esquivó un cono de tránsito, único obstáculo que había, y pasó por el lado de un auxiliar solitario sin entrenamiento en vigilancia o Inteligencia”.

Esa versión la corroboró este martes Noticias Caracol, que difundió varios videos de cámaras de seguridad en los que se ve que el carro bomba no encontró ninguna dificultad para ingresar a la Escuela General Santander ni para transitar por su interior.

Carro bomba en la General Santander

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“La película montada por el ministro para ocultar las fallas protuberantes en un centro policial se cayó en pocas horas por las revelaciones periodísticas de quienes no tragamos entero”, subraya Orozco al referirse a que Noticias Uno, que ella dirige, mostró también el fin de semana fotografías de esos desplazamientos.

Orozco también recoge las primeras respuestas que dio Botero cuando periodistas le plantearon las discrepancias entre su versión y lo que muestran las imágenes: “Como le era imposible negar los hechos, el ministro, en quien reside la Inteligencia del Estado, contestó molesto: ‘lo primero es la seguridad del pueblo colombiano. Después ya habrá una investigación interna… Tenemos que buscar a los culpables en las personas que hicieron los actos terroristas […]’”.

Y eso da pie para que la columnista haga una reflexión sencilla, pero demoledora: “A ver, señor ministro, si explota un carrobomba en instalaciones policiales que se presumen vigiladas, ¿qué se espera de la seguridad del ‘pueblo colombiano’ que circula casi sin presencia de agentes, por las calles del país? Hay que buscar a los delincuentes, claro. Y también a los responsables que permiten, con su desidia, que gente inocente sea blanco de los criminales. Yo puedo atender dos y tres asuntos al tiempo. ¿Usted no?”.