La nueva víctima mortal del virus era un hombre de 60 años que, al parecer, no tenía síntomas asociados a la enfermedad; motivo por el cual, según Vanguardia, no habría acudido a los servicios de salud.

El medio regional destacó que el ciudadano tampoco contactó al ‘call center’ habilitado por la Gobernación de Santander para atender estos casos durante la pandemia.

Si bien el hombre había fallecido el pasado viernes, solo hasta este miércoles se pudo establecer que se trata del segundo deceso a causa de COVID-19 en Santander, pues solo hasta hoy se conocieron los resultados de los exámenes que se tomaron después de su muerte.

De acuerdo con el rotativo, la muerte ocurrió en el parque Romero, de Bucaramanga, ubicado sobre la calle 45, entre calles 12 y 13. Se trataba de un vendedor de flores que trabajaba frente al Cementerio Central; inicialmente, se creyó que había sufrido un ataque cardíaco.

El gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, en su cuenta de Twitter, dijo que la Secretaría de Salud del departamento estableció que la muerte se debió al virus.

Eso sí, dijo que “el hombre no siguió el protocolo y no expresó ningún tipo de síntoma ante su EPS”.

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Acá, las declaraciones de Aguilar:

Por su parte, el secretario de Salud de Santander, Javier Villamizar, dijo que las autoridades están determinando el número de personas con quien tuvo contacto el fallecido, teniendo en cuenta que murió en un espacio público.

“No sabíamos la causa de la muerte del señor, hicimos la investigación tras su muerte y determinamos que tenía el virus. Reactivamos el cerco epidemiológico para establecer con quienes tuvo estrecho contacto, porque no murió en un hospital”, indicó, citado por Blu Radio .

Duró largo tiempo al aire libre

Vanguardia hizo énfasis en que el cadáver del hombre estuvo expuesto en el parque durante cinco horas. Asegura que “el médico de su EPS tardó en llegar para certificar su defunción y proceder con el levantamiento”.

Por otro lado, el periódico destaca que en el informe entregado por el Instituto Nacional de Salud se asegura que el hombre sufría una enfermedad cardíaca y malnutrición.

No obstante, los familiares del vendedor de flores, citados por ese medio, señalaron que el hombre “gozaba de buena salud y no estaba recibiendo tratamientos por alguna enfermedad”.

En ese sentido, uno de los vendedores del parque que acompañaba al fallecido le dijo a Blu Radio que “él hacía arreglos florales, vivía solito, de vez en cuando los hermanos venían a visitarlo […] y tenía buena salud y no estaba enfermo”.

Era tal su semblante que, incluso, “se alcanzó a tomar unos tragos” el día que murió, según el relato de otro de los vendedores a la cadena radial.

Quizá ese fue uno de los elementos que sorprendió a quienes estaban con él cuando falleció súbitamente, pues según le contaron a la emisora “se sentó, comenzó a estirarse, se agarró el corazón y se murió en menos de tres minutos”.