Acosta recopila los hallazgos fiscales imputados al interventor de Saludcoop y Cafesalud, Guillermo Grosso, tanto por el excontralor Edgardo Maya (en julio de 2018, por 80.631 millones de pesos) como por su sucesor Felipe Córdoba (esta semana, por $269.808 millones), y adiciona otros 720.000 millones que están en indagación preliminar, lo que le da un total de 1,07 billones de pesos.

“Cifra equivalente a US$342 millones, muy superior a los US$50 millones estimados en sobornos en el caso de Odebrecht y Grupo Aval. Y lo anterior, sin contar los casos de irregularidades fiscales en Medimás, Coomeva, Cruz Blanca, Savia Salud y muchas más EPS, que además cuestan muchas vidas”.

Acosta apunta que tener preso a Carlos Palacino, expresidente de Saludcoop “es apenas la punta del iceberg” y le atribuye responsabilidades de la impunidad a “la inoperancia” del fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez Neira, que, a su juicio, “raya en la complicidad”.

Marcha contra fiscal Martínez

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Otro columnista crítico del papel de Martínez Neira es Juan David Ochoa, quien lo califica como “el más aberrante y caradura en la larga historia oscura de Colombia” en su columna de El Espectador de este sábado, donde le pide “que se largue”, ya que “bajo su nombre se destruye otra más de las instituciones desprestigiadas de Colombia”.

Según Ochoa, a Martínez “no lo intimida nada aunque tres muertos sigan hablando a sus pies con tarros sospechosos de cianuro y testimonios inconclusos”, y “sus esporádicas apariciones para explicar tanta oscuridad y escándalo bajo su nombre se han limitado a un reduccionismo delirante”, por lo que concluye:

“Toda esta marea de asco y repulsión no soporta un ultraje más sobre los muertos y el erario saqueado”.