Este jueves la Corporación de Abastos de Bogotá -Corabastos- adjudicará un contrato de concesión para el manejo, recolección y aprovechamiento de basuras, que iría por 15 años a una empresa privada de servicio públicos. Por un valor de 140 mil millones de pesos, el convenio ha generado descontento en el gremio de los recicladores, que señalan que los excluye de la actividad.

Además de esto, también existen repararos sobre la viabilidad jurídica del contrato, al encontrarse en el área exclusiva de servicio del operador de basuras de la capital, donde ya opera Ciudad Limpia.

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El elemento que desato la furia de los recicladores que trabajan en el complejo fue una comunicación escrita del gerente de Corabastos, Francisco Salcedo, emitida el pasado 7 de agosto, donde se finalizó unilateralmente una orden de prestación de servicios, que inició, en 2007, y que desvincularía a cerca de 100 personas que actualmente trabajan reciclando los residuos que producen las 57 bodegas de la corporación.

No obstante, Salcedo le aseguró a El Espectador, por medio de un comunicado, que “actualmente no existe entre Corabastos y la población recicladora ningún contrato que los vincule o que determine la obligatoriedad de la entrega de residuos aprovechables a esta población, de manera que no se les está desvinculando o finalizando ninguna relación contractual.”

Sin embargo, los representantes de los recicladores manifiestan que, además de la discreción con la que fue manejado el desarrollo del contrato, en el pliego de la Convocatoria Pública 005 del 2022 no se contempló en ningún momento la participación de organizaciones dedicadas a esta labor, sino solo de empresas de servicio público.

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De hecho, al revisar el contrato, estos apuntan a que la adjudicación parece haber sido diseñada hacia una empresa en particular. Esto parece estar soportado por el acta de cierre del contrato, publicada a inicios de este mes, en donde se encontró que solo una empresa presentó una oferta: Interaseo S.A.

Frente al único proponente, Corbastos señala que el proceso se realizó de manera transparente, y agregó que los estrictos requerimientos del pliego de contratación responden a estudios de diagnóstico al respecto realizados en el complejo que apuntaron a la falta de capacidad de almacenamiento de residuos, las bajas frecuencias de recolección y problemas en la separación en la fuente, entre otras debilidades del sistema actual.

La corporación también indicó, que como otros grandes generadores de residuos en la ciudad, El Aeropuerto El Dorado y Corferias, es su obligación mejorar su plan gestión interna de los residuos generados como resultado de la operación.

Frente a esto último, otros de los señalamientos hacia el contrato es como se configura dentro del esquema de aseo de la capital del país. Es clave recordar que la basura de la ciudad la recogen cinco operadores privados, que ganaron la licitación que abrió el Distrito en 2018. Tras un sorteo, a cada uno le adjudicaron una zona exclusiva, en la que deben cubrir la recolección y limpieza del espacio público.

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Dentro de la normativa de las Áreas de Servicio Exclusivo (ASE) se determinó que no es obligación de las empresas contratar exclusivamente con los operadores de la concesión; esto con el fin de que asegurar la libre competencia, en particular la población recicladora de la ciudad.

Cabe señalar que Ciudad Limpia, operador de la localidad de Kennedy y donde funciona Corbastos, no objetó el convenio, por lo que no es claro que el nuevo contrato afecte su operación en la zona. Sin embargo, a través de un fallo a una acción de tutela, ordenó a la corporación acciones afirmativas en favor de la Asociación SINEAMBORE, para incorporar a los recicladores dentro del proyecto. No obstante, los directivos del complejo aseguran que esto depende al final de la voluntad de la empresa ganadora de la licitación.

“Es importante tener en cuenta que, los comerciantes y operadores de bodegas cuentan con absoluta libertad para entregar el material aprovechable a las organizaciones de recicladores que consideren, ya que mientras no sean presentados en la vía pública de Corbastos, son los comerciantes quienes pueden disponer de este tipo de material, manteniéndose la libertad de ingreso de la población recicladora a la Corporación para hacerse al material aprovechable”, puntualizó Francisco Salcedo, gerente general de Corbastos.

Por el momento, hay una acción de tutela en el Juzgado 31 Civil Municipal, que se encuentra en impugnación, para proteger el derecho al trabajo de las decenas recicladores en el complejo, que podría afectar la viabilidad jurídica de la adjudicación. Así las cosas, Corbastos se mantiene firme con el proyecto que busca mejorar la disposición de residuos en este sector, por su parte, los recicladores insisten en la lucha contra el mismo, por representar un riesgo para su manutención diaria.