Días después de confirmar que la variante ómicron del COVID-19 ya es la dominante en Colombia, el Gobierno anunció algunas medidas  de cara al cuarto pico de la pandemia que ya inició, el mismo en el que dentro de un par de semanas llegarán las peores cifras de nuevos contagios durante toda la pandemia.

Las autoridades sanitarias del país coinciden en que esta nueva variante es menos letal y se manifiesta en muchos organismos con síntomas similares a los de una gripa. Es por eso que desde la Casa de Nariño optaron por flexibilizar un poco las cuarentenas con las que durante la pandemia se solía combatir la propagación del virus en la sociedad.

En primer lugar, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, anunció que a partir de ahora los contagiados con COVID-19 que tengan síntomas ya no deberán hacer una cuarentena de 14 días como antes, sino que bastará con un aislamiento de siete días. De todas maneras, el funcionario recordó la importancia de usar el tapabocas dentro de la casa durante esa cuarentena y continuar con las medidas preventivas.

Pero el ministro también confirmó otra medida llamativa. Las personas que hayan tenido contacto estrecho con un positivo por COVID-19, pero que sean asintomáticas y tengan su esquema de vacunación completo, ya no deberán hacer cuarentena. Cada ciudadano tendrá la posibilidad de escoger si se aísla o no en ese caso.

El presidente Iván Duque dijo esta semana que dentro de algunas semanas será normal que Colombia tenga reportes diarios con más de 40.000 nuevos contagiados con COVID-19, teniendo en cuenta que la mayoría de países del mundo están teniendo cifras récord de infectados por la alta transmisión que tiene la variante ómicron. El mandatario señaló que el país debe prepararse para dos meses de altos contagios.

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Los cambios anunciados por el Gobierno en torno a las cuarentenas va en dirección a algo que opinó el ministro de Salud la semana pasada, cuando señaló que el COVID-19 llegó para quedarse por mucho tiempo en la sociedad, pero que con el paso de los meses irá perdiendo fuerza y con la ayuda de la vacunación se convertirá en un virus respiratorio más, como muchos otros con los que conviven los humanos desde hace años.