Es necesario recordar que este episodio corresponde a un polémico caso en donde las autoridades colombianas deciden expulsar al extranjero porque supuestamente grabó un video frente a la casa del presidente Iván Duque, en el norte de Bogotá.

“En esta democracia no se pueden tomar videos a un mandatario sino cuando sonríe o cuando lo aplauden los empresarios agradecidos con este régimen plutócrata”, comentó el abogado en El Espectador que equiparó la situación con las que se registraron en las “épocas stalinistas” en donde se violaron derechos.

“No le cabe a nadie en la cabeza que […] todo un andamiaje oficial se entregue a la orgía de expulsar extranjeros sin permitirles el ejercicio del derecho a la defensa, fracturando sus familias”, añadió el columnista en alusión a que las autoridades colombianas se habrían propasado con Miguel Ángel Calderón.

Incluso, este caso fue denunciado por tres organizaciones no gubernamentales ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque con la expulsión de este venezolano “conlleva un rompimiento a la unidad familiar y tiene un efecto directo en el desarrollo de su hija de 6 años”, debido a que Calderón Quintero tiene familia colombiana y por eso se hace necesaria su protección.

Un punto aparte en la columna de opinión de Bejarano es la reseña que hace del general Óscar Atehortúa, director de la Policía Nacional, a quien el analista califica de “irresponsable y provocador” y “un sujeto indeseable que enfrenta con sorna el escrutinio de los debates públicos en el Congreso” y que encarna, según el autor, parte de las “arbitrariedades de las autoridades colombianas”.